Dr. Fernando A. Herrera M.
En 2018, cuando ganó la Presidencia Andrés Manuel López Obrador, obtuvo 30.11 millones de votos. Para la elección intermedia peleó estar en la boleta con la consulta del domingo pero no lo dejaron, así que Morena tuvo que ir a la desangelada intermedia con sus candidatos sin el Presidente y obtuvieron 21 millones de votos. La bajada no se atribuyó al Presidente pero se vió que Morena sólo no es lo mismo que con su líder. Es importante recordar la primera consulta con aquella pregunta ambigua o vaga que redactó la Suprema Corte para dejar pasar el capricho presidencial de hacerla y donde sólo votaron 6.6 millones de mexicanos, de los que sólo 100 mil votaron el no. Un fiasco aquel primer ejercicio.
En la segunda consulta, la del domingo anterior votaron, por la revoratificación de mandato, entre el 17 y el 18.2 %. Luego sabremos los números exactos, pero los votos no darán más de 15.5 millones a favor del Presidente. Otro fiasco para todos, por los resultados, por quien la pidió y por quien la pagó. Si alguien quiere hacer fiesta es bueno que tenga presente que 78 millones de mexicanos hicimos el vacío. A partir de los hechos narrados, cabe preguntar ¿Qué quiere el Presidente? ¿Concentrar el poder? Sí, y ya lo logró, sin importar las leyes que ha violado, las instituciones denigradas, y los caprichos que siguen en marcha como el Tren Maya, la Refinería, entre otros.
Lo más difícil o incierto, por lo menos, viene en los dos años que faltan por que la conducta de transgresión a las leyes, la imposición del Presidente y la desorganización de la oposición no tienen calendario; son a la ocurrencia.
Primero lo último, si tienes que amenazar a tus legisladores con la expulsión, quiere decir que andamos mal. Si MC cree que puede ganar solo, andamos mal. La imposición autoritaria del Presidente seguirá, pero ahora tiene que mover algunas fichas, por fuerza, no por voluntad. Un Ejemplo, Adán Augusto había ganado respeto como interlocutor, pero algo pasó y de pronto echó todo a la basura; ahora ¿Quién va a negociar a través de él? Si el Presidente quiere tener un Fiscal sin crédito, allá él, y pobre del que caiga en sus garras. De su gabinete nada que decir, nadie destaca, ni lo hará.
Terquedades
La opción que nos queda es entender que nadie hará por nosotros lo que nosotros mismo debemos hacer, y no es otra cosa que en 2024 salir a votar por la opción que mejor se presente. Pero si seguimos en los niveles de porcentajes históricos de máximos de 60 por ciento, o menos, no tendremos salida. Morena tiene una base de más o menos 20 millones de votos que pueden disminuir un poco en los dos años que faltan, pero hay que ser conscientes de que hay que unirnos y votar para salir de esta crisis que amenaza como nunca al país.
Se dice que un pueblo tiene el gobierno que se merece, pero creo que más bien el gobierno que dejamos que nos elijan los que salen a votar, así que de nosotros depende. De nadie más.