Dr. Fernando A. Herrera M.
¡Fuera Fasci! y ¡Fuera Gustavo Adolfo Guerrero!, gritaban cientos de personas, mujeres, las más, en la marcha en protesta ante el hallazgo de Debanhi o Debhani Escobar en el fondo de una cisterna 11 días después de desaparecer en Escobedo, Nuevo León.
“No fue accidente, fue feminicidio”, coreaba la multitud. “Samuel García, tienes que hacer algo por las mujeres de Nuevo León”.
De nada sirve gritar, ni expulsar funcionarios, ni echar y repartir culpas. La verdad es que tanto nuestro gobierno como nosotros, que formamos parte de la sociedad, hemos fallado, y, desafortunadamente seguimos fallando. Por un lado la política del gobierno federal es de abrazos y, por el otro, no hemos hechos cambios en nuestras familias para protegernos ante tanta falla del sistema. Es demasiado el dolor para una familia perder a su hija o a un ser querido, pero, entendidos de que somos solidarios en ese dolor intenso, y sin ánimo de victimizar dos veces a quien ya murió, cabe la pregunta: ¿Qué hacía una joven a las 4 de la mañana en la carretera? ¿Cómo es que sus padres o hermanos no tenían comunicación telefónica con ella?, ¿Por qué al salir de su casa no envía la ubicación real en WhatsApp para que un familia la esté monitoreando para saber donde está?
Debemos aceptar que la evolución tiene sus ventajas y desventajas, pero hay acciones que podemos controlar y no lo hacemos. Sabemos qué hay ciudades que viven 24/7 bajo la venta indiscriminada de alcohol, drogas y antros abiertos hasta altas horas de la madrugada o día y noche.
Estamos ciertos de que existe el rapto de mujeres para abusar, venderlas y matarlas, y no hay lugar seguro en el país en estos días. Debemos tomar decisiones como familias que pertenecen a una sociedad y cambiar nuestras costumbres. Si una hija trabaja en una maquila entendemos que corre peligro cuando va y cuando viene; tenemos que hacer algo. Ir por ellas, pedirles que se muevan en grupo, turnarse un vehículo de un familiar para ir por cuatro mujeres, con rotando un vehículo por familia. Y los celulares tienen localizador en tiempo real y no lo utilizamos. Las autoridades federales han demostrado absoluta incapacidad para combatir al crimen organizado y las entidades federativas y municipios deberían colaborar con los recursos disponibles para atacar el problema de fondo, desde la prevención, ajustando horarios de antros, restringiendo la venta de alcohol y una buena consecuencia de eso disminuye la posibilidad del consumo de droga.
La realidad es que nos toca hacer, desde el seno de cada uno de nuestros hogares los cambios necesarios para protegernos mejor y decidir cómo mejorar la seguridad de nuestros familiares. Ni modo, nos toca agarrar al toro por los cuernos y no seguir esperando que los abrazos resuelvan la crisis sangrienta en que vivimos. Son demasiadas Debanhis o Debhanis en el país. Las madres y los padres, buscan y encuentran fosas en lugar de la autoridad, pero esos esfuerzos deben empezar antes de que haya que organizar búsquedas porque lo que tenemos que hacer es asumir precauciones extremas ayudados por los recursos escasos (si es así) de estados y municipios, entendidos de que estamos solos, de que el gobierno federal renunció a sus obligaciones. Mejor descoloridos por negar un permiso que después salir a buscarlas. Tenemos que transformar el modo de vivir y convivir como sociedad. !Ya basta!
Terquedades
Muy destacado el programa de seguir con cámaras a los camiones de carga desde la maquila hasta su paso por la frontera para asegurar que no se le suban otras cosas en el camino y agilizar las exportaciones, por supuesto que es una enorme ayuda para nuestra economía. Sólo por preguntar, y hasta por metiche, ¿Valdrá la pena revisar si mejor invertimos en prevención con ese presupuesto para que haya cámaras por todos los barrios y colonias de las ciudades y vigilar desde un C4 o C5, las calles? Creo que el gobierno hace bien en impulsar el comercio de exportación, pero también podríamos priorizar con mente abierta los graves problemas sociales que tenemos. Claro que el crimen organizado es de índole federal y al estado no le corresponde, pero si el Presidente sólo manda abrazos, pues hay que hacer algo y nos toca a nosotros y, sí los municipios y el estado nos ayudan con lo que tienen a su alcance, podríamos mejorar a pesar de la omisión federal o cero persecución de los grupos del crimen organizado.
Últimamente el estado ha tenido mejores logros, aunque con enormes pérdidas de elementos de policía de rango, pero, insisto si la federación no hace su trabajo, alguien tiene que hacerlo; y esos somos nosotros y los sacrificios del estado que enlutan familias de policías, nos muestran que desde el Gobierno del Estado quieren contribuir a resolver problemas, que no les corresponden, y pierden elementos valiosos por que no tienen los recursos necesarios para enfrentar a esas bandas súper armadas. ¿Deberíamos pedir que se encauce todo lo qué hay, por poco que sea, para prevenir esta ola sangrienta? Y sí, todo nos asusta, pero, encima, los jueces, por error en expedientes o lagunas legales sueltan a los asesinos, la cosa es de escalofrío.
Una de regalo
Cada día desaparecen 9 jovencitas, la mayoría (85%) son encontradas con vida, pero lejos de pensar que eso es bueno, debemos lamentar, con profundo dolor, que, al menos 6 de cada 40 no son halladas. Son demasiadas para cada día; una sola es mucho, tenemos que asumir qué hay que sacar de adentro de nosotros, desde el seno interior de la familia, la decisión para hacer los cambios urgentes para proteger a los nuestros y a nosotros mismos. Cuantos años tendremos que hacer cosas diferentes para mejorar este país? 30? 40? La respuesta debe ser: Todos los necesarios para transformarnos como sociedad y enderezar este gran país que amamos infinitamente. Despertar es lo que sigue: nosotros, presidentes municipales y gobernadores, pues no hay Presidente.
Una pregunta: La joven, hija única, deja un dolor inconmensurable a sus padres, familiares y amigos. El caso, muy grave y lamentable cumple con los requisitos para utilizarlo, por feo que se escuche, para desviar la atención nacional. ¿Quieren culpar a Samuel García?, que no es santo de mi devoción, pero la fiscalía es independiente y autónoma, pero a los azuzadores les da igual, pues deben cumplir el objetivo de dividirnos, pero no son los únicos. Aquí era Chihuahua una joven madre fue muerta por la Guardia Nacional y su esposo con secuelas de por vida y no avanza el caso ni tiene atención mediática ni de autoridades. Por cierto sus asesinos viven muy protegidos por autoridades federales.
¿Más polarización social? Es lo menos que necesitamos, insisto debemos unirnos y asumir nuestro rol familiar al lado de los municipios y estados. La agresión a palacio de gobierno en chihuahua nadie la relaciona con un proyecto a propósito y polarizador, que infunde odio maldito y división entre nosotros.
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Como dijo hace ya mas de un siglo un oaxaqueño bigotón: ” a grandes males, grandes remedios”. Es tiempo de que el pueblo y sus representantes, tomemos una decisión sobre ésta violencia que arruina a todo México. Restaurar la pena capital para quien cometa delitos tales como: asesinato en primer grado, asesinato durante la Comisión de otro delito, robo con violencia a mano armada, secuestro, posesión, transportación, y distribución de drogas prohibidas, violación sexual a menores de 15 años, corrupción, y algunos más. Exigir a nuestros representantes en los tres niveles de gobierno que aprueben prioritariamente mayores presupuestos a la seguridad pública. Pedir a todas las esferas de gobierno que se abstengan degastoa de relumbrón político. Disminuir la burocracia sería muy buen principio.
Saludos Sr. Bernal y apreciamos su comentario.