- Debemos salir a votar en el 2024
- La violencia nos acecha y están matando a los jóvenes, principalmente mujeres.
- El Presidente, seguro tiene otros datos
Dr. Fernando A. Herrera M.
Los alcaldes deben comenzar la tarea de restringir los permisos de venta de alcohol; ninguno nuevo, a no ser que sea un restaurante que dé empleos, pero nada de antros. Y los que hay, sujetarlos al horario que tienen establecido; no hay otra manera de contener la violencia.
Aunque sea de manera mínima, pero no podemos continuar con los jóvenes en la calle más allá de los horarios establecidos, toda ampliación de horario, por caras que se cobren las horas extras, significa mayor consumo, no sólo de alcohol sino de las drogas que se expenden en sus afueras, o hasta adentro, porque no hay restricciones para nadie, pues tienen claro que nadie los persigue.
Llegó la hora de apretar a los agentes de policía municipal para que en lugar de tomar dinero de las ventanitas o de los vendedores de esquina, los conminen a retirarse, cerrar o detenerlos. Sabemos el problema que significa, incluso el peligro que corren al no dejarlos “trabajar”, pero ante la falta de autoridad federal que los persiga y detenga, incluso contenga, no hay de otra más que ponerse estrictos con los agentes para bajar la violencia en las calles. No es posible que sigan los eventos clandestinos como las peleas de gallos, o carreras de caballos en carriles “autorizados” por agentes de policía sin conocimiento de los Alcaldes. Marco Bonilla ni debía saber lo que estaba pasando en el Sauz, Seccional de su Municipio que costó 11 vidas humanas y otro número igual de heridos, así que llegó la hora de exigir a los comandantes que hagan su trabajo.
Los agentes ministeriales deben participar, como lo han venido haciendo, incluso perdiendo a sus mandos y agentes; muy doloroso para sus familias, pero son los únicos con los que contamos, ante la ausencia de las autoridades federales que nos han dejado solos.
La única salida es la prevención con lo escaso del recurso que se disponga, de otra manera estaremos sumando oportunidades para que la delincuencia organizada haga lo que quiera en nuestros municipios. Los agentes deben hacer conciencia de que son demasiadas las muertes y ellos tienen que hacer su trabajo con todos los riegos. La ciudadanía no tiene a nadie más.
Terquedades
Las familias tenemos que hacer nuestra parte, y es, quizás la más importante, pues depende de nuestra autoridad en el hogar para controlar los horarios de salida y regreso de los hijos. Es similar a la pandemia, que, afortunadamente ha cedido, pero ahora el peligro de morir de covid ya no es lo principal a cuidar, sino la desvelada de los hijos que da la oportunidad de que haya tanta violencia. Entendemos que los jóvenes quieran divertirse pero el tema es que la inseguridad campea por nuestro país, y el estado no es la excepción. Depende de nosotros y de nuestros alcaldes para ayudar a que la gobernadora, que los está enfrentando tenga mayor posibilidad de éxito. Discutir o pelear con una hija o con un hijo es preferible un millón de veces que después salir a buscarlos. Nadie quiere perder a un familiar, y mucho menos perder hasta la razón cuando andan desesperados buscando dónde pudieron haber quedado. Tenemos que tomarnos en serio el peligro que se cierne sobre todos nosotros. Uno puede enojarse ante la política de abrazos y no balazos, pero de nada sirve, así que hagamos lo que nos toca y en las próximas elecciones SALVEMOS A MÉXICO, SOMOS MAYORÍA!!’ EN 2024 debemos ir a votar todos.
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