Sonriente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presume que durante su sexenio el peso mexicano se ha mantenido estable, a pesar de que la economía global que todavía no se ha recuperado de los efectos de la pandemia atraviesa por un nuevo momento complicado.
Con una gráfica en la que compara el desempeño de la divisa mexicana en los últimos sexenios, López Obrador destaca que la depreciación se ha mantenido en un nivel de 3,5%, lo que tiene sorprendidos a muchos inversionistas en Wall Street.
“Miren, para tranquilidad de los mexicanos —a ver si pasamos los datos económicos— hay un fenómeno que lo tengo que presumir, ofrezco disculpa, que es el de la apreciación de nuestra moneda, del peso“, declaró el mandatario mexicano en la primera conferencia matutina de junio.
La sorpresa no sólo es para López Obrador, sino para los analistas del banco de inversión Bank of America, quienes resaltaron que el “súper peso” se ha apreciado un 17,5%, en comparación con el dólar estadounidense, desde abril de 2020.
“El resultado es sorprendente en la medida en que el crecimiento de México ha sido débil y la incertidumbre política sigue siendo alta”, se lee en el informe realizado por los economistas Carlos Capistrán, Christian González y Claudio Irigoyen.
¿Qué impulsa al súper peso?
En entrevista para Sputnik, el economista Alonso Romero Arciniegas explica que, a nivel macro, “la economía mexicana está muy estable” debido a que el Gobierno actual ha mantenido finanzas públicas sanas.
“Una de las decisiones más importantes que se tomaron durante la pandemia fue no endeudarse. El Gobierno de López Obrador decidió atajar la pandemia de una forma en la cual no se endeudara y ha tenido una disciplina fiscal muy importante. Claramente hay muchos factores, pero las decisiones del Gobierno federal han tenido un impacto muy fuerte”, destaca el maestro por la Universidad de Edimburgo.
Por su parte, Óscar Rojas Silva, director del Centro de Estudios del Capitalismo Contemporáneo, destaca que los mercados de divisas reconocen en México una estabilidad que no se observa en otros países de América Latina, como Brasil y Argentina, quienes aún resienten los estragos de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
“El peso mexicano o la plaza mexicana es un lugar seguro. Hay todo un proceso en el que las políticas macroeconómicas se pusieron muy fuertes y el Banco Central [Banxico] logró una estructura que dio estabilidad. Hay algunos autores que le llaman que hay una zona de estacionamiento de divisas”, señala el investigador.
Por otra parte, Rojas Silva señala que el conflicto en Ucrania y la afectación a la cadena de suministros por las sanciones económicas a Rusia provocaron un movimiento de relocalización de capitales, lo que también ha beneficiado a México.
En este sentido, Alonso Romero resalta los siguientes factores que han permitido fortalecer al peso mexicano frente a otras divisas:
Las medidas antiinflacionarias impulsadas por el Gobierno de López Obrador, como la implementación del plan para mantener estables los precios de la canasta básica.
El excedente que se está generando en el mercado energético por el alza en los precios del petróleo.
El envío histórico de remesas.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), las remesas estadounidenses son la principal fuente de divisas del país, y tuvieron un alza anual del 16,6% en el pasado mes de abril, al acumular 4.718 millones de dólares.
Incluso, Óscar Rojas indica que proyectos como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas mandan mensajes de estabilidad a los grandes capitales.
“Las monedas, por lo regular, los sistemas de precios y de créditos, se fortalecen cuando en el país existen procesos de generación de riqueza real, es decir, inversión estatal. Eso es lo que estamos viviendo también: está la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el corredor transístmico “, destaca el analista económico.
Amenazas para el ‘súper peso’
La buena racha del peso mexicano, a consideración de Alonso Romero, podría durar incluso hasta 2023, siempre y cuando se mantenga la diferencia en la tasa de interés dictada por el Banco de México y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), otro de los factores que explican la fortaleza del peso mexicano.
“El riesgo más latente sería un alza a las tasas de intereses de la Fed más altas de las que se están esperando. Si vamos a ver una Reserva Federal más agresiva, si se empieza a reducir ese margen que hay entre las tasas mexicanas y estadounidenses [cerca de seis puntos], sí veremos un efecto de depreciación sólo porque el dólar sigue siendo la moneda más segura”, afirma Romero Arciniegas.
Por su parte, Óscar Rojas señala que los indicadores actuales permiten suponer que el peso mantendrá su fortaleza; sin embargo, tampoco descartó que, ante una salida de capitales derivado de un aumento agresivo de la tasa de interés por parte de la Fed, esta situación pueda cambiar drásticamente.
“Un momento cíclico de aumento de tasas de interés, por lo que se descarta [un aumento importante], aunque siempre existe un riesgo de llegar a una estanflación, una inflación sin crecimiento económico, lo cual genera una caída en el sistema de precios”, explica el economista, quien recuerda que algo similar sucedió en la crisis económica de 2008.