Jesús M. Esparza Flores
Es muy difícil que los lectores ignoren qué es y qué fue la vecindad del Chavo del 8.
El Chavo del 8 fue y sigue siendo una exitosa serie de televisión de comedia mexicana, creada y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños, producida por Televisa en sus estudios de la Avenida Chapultepec 28, en la colonia Doctores de la Ciudad de México. Algunos creen que la vecindad sí existe en algún barrio de la ciudad de México, pues no, la serie se grabó en un set de televisión.
Inició el 26 de febrero de 1973 por el Canal 8, de ahí el nombre del Chavo del 8.
El programa trata sobre las vivencias de un grupo de personas que habitan en una vecindad mexicana donde su protagonista, el Chavo, lleva a cabo travesuras junto con sus amigos que ocasionan malentendidos y discusiones entre los mismos vecinos, por lo general en un tono que, si no fuera cómico, sería triste, nostálgico, dramático y reflexivo.
Desde un comienzo, su creador contempló que El Chavo estaría dirigido al público adulto, no al infantil, aun cuando se tratara de adultos interpretando a niños.
El elenco principal estuvo integrado por Roberto Gómez Bolaños, Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Angelines Fernández y Édgar Vivar, que interpretaron al Chavo, Don Ramón, Quico, la Chilindrina, Doña Florinda, el profesor Jirafales, Doña Clotilde y el señor Barriga, respectivamente.
El éxito de El Chavo del 8 fue tal que, para 1973, era transmitido en varios países de Hispanoamérica y tenía altos índices de audiencia televisiva. Se estimó que en 1975 era vista por más de 350 millones de televidentes cada semana.
Siguió su exitosa transmisión hasta el 12 de junio de 1992.
En cuanto a la crítica, obtuvo una recepción mayormente negativa en sus primeras emisiones, ya que su contenido era calificado como vulgar, bobo e insulso, enajenante y no recomendable.
Uno de los temas que más críticas negativas ha generado es la violencia explícita a través de los golpes e insultos entre algunos de los personajes. No obstante, otros medios aseguraron que un aspecto positivo de El Chavo es el uso de situaciones universales con las que la audiencia puede identificarse fácilmente, sin importar la edad o nacionalidad del espectador.
Dicho todo lo anterior, el internet, pero particularmente las redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Tik-Tok, WhatsApp, solo por mencionar las más usadas, se han convertido en la nueva vecindad del Chavo. Lo explico:
La convivencia que se daba entre vecinos adultos, entre los niños al salir de la escuela, se ha reemplazado por los medios digitales y por los videojuegos. Una amiga me comentaba que su hijo hablaba sin parar por el micrófono integrado en la consola del videojuego, no recuerdo si me dijo PlayStation, Xbox o cualquiera de esas, pero, en cierta ocasión, esos amigos con los que habla con fluidez por el micrófono al estar reunidos en su casa…. no hablaban, estaban absortos en su celular, sin dirigirse la palabra, incluyendo su hijo.
Es triste que el contacto familiar o de amigos, ahora lo sustituyamos, ya ni siquiera por llamadas, sino por mensajes de texto, de WhatsApp, de Messenger o sus equivalentes.
Por mera curiosidad, ustedes revisen su recibo telefónico, ya sea residencial o celular, para identificar el número de llamadas que han hecho o que han recibido, revisen el reporte semanal que la gran mayoría de los aparatos celulares indica el promedio de horas diarios en su celular. Ya ni siquiera llamamos para un cumpleaños, para un acontecimiento importante o para el fallecimiento de un ser querido, ahora nos limitamos a un frio e impersonal mensaje.
Hoy, vemos en las redes sociales los pleitos entre los nuevos Quicos y los nuevos Chavos, el romance de las nuevas Doñas Florindas y los nuevos Profesores Jirafales, la ingenuidad de las nuevas Chilindrinas, el desempleo y las evasivas de los nuevos “rondamones”, las nuevas casas habitaciones del barril donde vivía el Chavo, las nuevas tortas de jamón y todo lo que ustedes quieran agregar.
¿Son nocivas las redes sociales?
- No.
Como tampoco es mala la comida… pero si pasan 4, 6, 8, 10, 12 horas comiendo, el resultado será terriblemente dañino para la salud y ya estaríamos hablando de un trastorno del apetito, quizás originado por ansiedad, por estrés o por algún desorden problema emocional o físico de tipo compulsivo o de tipo clínico. Aplica lo mismo a cualquier otro exceso.
Fuente bibliográfica: Wikipedia.
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Posdata: Y no se aceptan críticas, porque ¿saben ustedes cual es la diferencia entre una crítica positiva y la negativa? Pues, la positiva es toda la que yo hago y la negativa es… ¡toda aquella que me hacen a mí!
Pues me voy.