Los obispos mexicanos dirigieron un mensaje como pastores de la comunidad católica, al Pueblo de México, en el que manifestaron una profunda preocupación por la creciente violencia que sufre el país por los hechos ocurridos en el poblado de Cerocahui, Chihuahua, donde murieron los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquin César Mora Salazar y del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez.
La conferencia del Episcopado Mexicano compartió que en el país se ha sufrido por años la pérdida de miles de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras.
“El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el ampo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo mas grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo”, comunicaron.
Sostuvieron que el reciente asesinato de un civil y de dos sacerdotes Jesuitas dentro del templo católico de Cerocahui, en la región de la Tarahumara en Chihuahua, no es más que una muestra más de la falta de valores y sensibilidad a la que se ha llegado, perdiendo todo respeto a la dignidad humana.
Agregaron que los datos oficiales hablan de casi 122,000 asesinatos a manos de los criminales durante los últimos tres años y medio; “¡Cuánta maldad y desorden social! expresamos nosotros como obispos mexicanos”.
“Reconocemos que como Iglesia tenemos que reconocer que no hemos hecho lo suficiente en la evangelización de los pueblos y que es necesario redoblar esfuerzos. Queda mucho por hacer en la reconstrucción del tejido social, desde la labor pastoral que nos es propia. Reafirmamos nuestro compromiso manifestado en nuestro primer eje transversal del proyecto pastoral 2021-2024: LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ. Por tanto, hacemos un llamado a todo el pueblo de Dios, en especial a los sacerdotes, religiosos (as), catequistas, evangelizadores y demás agentes de pastoral, a sumarse en los trabajos por concretar el proyecto de PAZ de Cristo, queremos manifestar nuestra cercanía y solidaridad con todas las víctimas, más allá de nuestras diferencias politicas o sociales, reconociendo que todos somos hermanos”, concluyeron.