Muy buen día, le saluda Fernando Antonio Herrera Martínez, esto es Sota, Caballo y Rey.
Las enfermedades del poder: hubris e Hybris. La primera, El Síndrome de «hubris» es un trastorno psiquiátrico adquirido que afecta a personas que ejercen el poder en cualquiera de sus formas. La segunda: Hybris es la enfermedad de las personas que piensan que lo saben todo.
Perder la dimensión de las cosas, es ausentarse de la realidad. El Presidente de México dijo en la mañanera de este miércoles que el Fiscal Alejandro Gerz no ha cometido delitos graves, y por ello no ha pedido su remoción del cargo. Entonces, encarcelar a la hija de la mujer que hizo vida por 50 años con su hermano Federico, con un delito inventado ¿qué es? ¿Delito menor? Las grabaciones de cómo arregla sus asuntos personales abusando del poder absoluto que goza como fiscal, debe ser una minucia para el presidente. Apropiarse de todos los bienes de su hermano a la mala, puede ser un chiste entre garañones que celebran el abuso sobre mujeres indefensas. ¿Qué le pasa al Presidente? Está tan comprometido con Gertz que no puede hacer otra cosa que apoyarlo y exculparlo de lo que sea que haga desde la fiscalía? La prisión que sufre su ex amiga Rosario Robles, sin juicio, sin sentencia y que sólo está en la cárcel por deseo Presidencial vale tanto, que el Presidente se amarró con Gertz para siempre. Recordemos que en este país los derechos humanos no valen nada; casi el 80 por ciento de los presos están en la cárcel sin una sentencia y pareciera que a nadie le importa. Acaso somos un país primitivo, donde impera el abuso de la ley por parte de quienes deben procurarla e impartirla? Alejandro Gertz es un hombre de 90 años, empoderado por el Presidente en una Fiscalía autónoma que sólo ha sido útil para los fines personales del propio fiscal y el mismo Presidente, que mantiene a su odiada ex amiga en la cárcel por su puro capricho. Pobre de nuestro México, ha perdido a su Presidente, ya no sabemos si está extraviado o ya lo alcanzó la senilidad. Una senilidad temprana porque viejo no es, pero todo indica que lo hemos perdido.