Ojalá que el Presidente no se vaya a creer David; no sabe usar la honda, menos lanzar la piedra. Y Biden si es Goliat. Sólo recordarle al Presidente que la fortaleza, casi siempre, es sólo una apariencia. Todos los Goliat tienen puntos débiles que un político avezado debe saber aprovechar. Las elecciones de noviembre son el gran freno de Biden, pero AMLO tiene influencia en los mexicanos que pueden votar allá, es el punto.
La reunión de López Obrador con Biden tiene números que debemos revisar…