La breve, muy breve visita, de apenas una hora con Biden. de Andrés Manuel López Obrador a Washington, pasó desapercibida en los medios de allá, ningún periódico, ni un digital, menos la tv, lo puso como nota breve o secundaria. No así en Mexico, donde presidencia le dió vuelo, tanto como pudo. Pero Biden, que pasa por un periodo de debilidad política por la bajísima tasa de aceptación entre la ciudadanía, aunque, eso sí, de buen talante, le pidió a López Obrador, con cierta condescendencia que con paciencia podrían revisar los asuntos que le planteó, y ofreció, lo que se ofrece para no decir que no: formar equipos conjuntos de trabajo para analizar los temas; aunque en Mexico se mandan a comisiones. Entre los temas destacan: cómo combatir la inflación en ambos lados de la frontera; ¡como si fuera posible incidir en la economía!. Otro para que USA emita 300 mil visas de trabajo (una aspirina), y un gasoducto fronterizo, invertir en los puertos fronterizos, para agilizar el comercio.
Al final, Biden suministró la segunda dosis; y dijo: que los grupos de trabajo analicen qué hacer para que la economía resista mejor los desafíos del suministro, que, como se sabe, están fuera del control de ambos países, con la guerra en Ucrania y los precios del petróleo y gasolina. Y es que Biden está dedicado y ocupado en la campaña por las elecciones intermedias en las que podría perder la mayoría en ambas cámaras, lo cual lo dejaría en calidad de florero.
Aún así, se dio el tiempo para recibirlo, y sin torearlo, se lució con la verónica, luego con la muleta, dándole un par de pases con cada una, al final fue generoso, no usó la espada, ni puntilla, pero terminó la faena sin comprometer nada. Biden debió ser más humilde y pedir a AMLO que le ayude con los votos de mexicanos que ejercen ese derecho allá y en los que López Obrador tiene cierta influencia. Aunque sabiendo lo taimado de nuestro presidente, pudo jugar a dos bandas: una para Trump, que es su amigo, y otra para sí mismo rumbo a las siguientes elecciones. Para AMLO, ofrecer esa ayuda, sacar a Biden y ganar adeptos para el populismo de Trump y de él mismo, es jugar tipo grandes ligas. También AMLO llevó el atole: Prometió invertir 1,500 mdd en infraestructura fronteriza de 2022 a 2024, además compró leche en polvo y fertilizantes. Al final acordaron reunirse en septiembre, con el pretexto de revisar resultados de las mesas de trabajo.
La pregunta, ante las encuestas en las que los mismos militantes manifiestan que Biden se olvide de la reelección, además, si pierde la mayoría en las cámaras, siguen dos años en los que no podría hacer nada; entonces, para qué reunirse de nuevo?. Pero así juegan en la política. Por otro lado, y tratando de rescatar algo con Biden, si el presidente no centra su esfuerzo en las exportaciones a USA, caeremos en una crisis de dimensión apocalíptica. Hay que insistir, la única manera es quitar la mirada del sur y voltear al norte. Ojalá alguien del equipo lo convenza. Por cierto, la migración de estos días está más nutrida de mexicanos que de centro americanos y es que están huyendo, se sienten obligados a irse, no ven futuro con este gobierno, que produce más y más pobres. Así que a buscar la chuleta por que aquí no hay, pero el Presidente es candil de la calle y oscuridad de su casa.. Regala dinero, en dólares a El Salvador, Honduras y Cuba y nosotros como el chinito.
En fin, su visita a Biden fue de cortesía y desagravio por la cumbre de las Américas, pero regresó con las alforjas vacías. Bueno, habrá algo de leche y fertilizantes para taparle el ojo al macho. Decía la abuela: a lo dado nadie le ve lo bueno, por que se vuelve obligación.