- El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski y su esposa Olena Zelenskaya son los protagonistas de la edición especial digital de la revista Vogue a cargo de la fotógrafa Annie Leibovitz. Para las imágenes se utilizaron tanto locales oficiales como hangares con equipamiento militar.
Vogue, una de las revistas norteamericanas de moda, decidió romper con las ataduras de los cánones y se adentró a Ucrania para entrevistar a Olena Zelenska, la primera dama para hablar de cómo es vivir bajo el asedio enemigo y de la fuerza de su país para salir adelante.
¿Cómo describirías los primeros días de invasión? ¿Qué es lo que recuerdas con mayor claridad?
Olena Zelenska: Recuerdo muy bien cómo empezó todo. Era un día normal de trabajo ya avanzada la tarde: los niños estaban volviendo del colegio, las típicas tareas domésticas, prepararse para el siguiente día de cole… Había tensión. Se había hablado mucho, en todas partes, de una posible invasión. Pero hasta el último minuto era imposible de creer que pudiera pasar… ¿en el siglo XXI? ¿En el mundo de hoy? Me desperté, entre las 4 y las 5 de la mañana, porque escuché un ruido seco. No me di cuenta enseguida de que se trataba de una explosión. No sabía que podía ser. Mi marido no estaba en la cama. Pero cuando me levanté, lo vi de pronto, ya vestido, de traje como de costumbre (fue la última vez que lo vi con traje y camisa blanca, desde entonces lleva ropa militar). “Ha empezado”. Es todo lo que dijo.
Madre de dos hijos, uno de 9 años y su hija de 17, Olena considera imposible que se divida a los ucranianos. “Es imposible lograr eso con la gente de Ucrania. Cuando a uno de nosotros se le tortura, viola o mata, sentimos que se nos hace a todos. No nos hace falta propaganda para tener conciencia cívica, ni para resistir. Basta con este enfado y este dolor que todos sentimos para que se activen nuestras ganas de actuar, de resistir a la agresión, de defender nuestra libertad”.
La primera dama de Ucrania reconoce que por cuestiones de seguridad está alejada de su marido, que está en un lugar seguro al lado de sis hijos; que Volodymyr Zelenskyy se encuentra en la sede presidencial que se ha convertido en una instalación militar y que se comunicó con él por teléfono.
En el caso particular de las mujeres ucranianas, ¿qué dificultades están sufriendo debido a la invasión rusa?, fue otra de las preguntas.
“Quiero que todo el mundo entienda que las mujeres ucranianas vivían una vida moderna y en paz como cualquier lectora de Vogue de cualquier otro país. De hecho, os leían, porque existe Vogue Ucrania. No andaban preparando refugios antiaéreos por si caían misiles. Pero desde los primeros días, cuando los misiles rusos empezaron a derribar edificios de viviendas en las ciudades, quedó muy claro que Rusia no tiene piedad alguna con quien vive en paz. Todos los ucranianos dejamos de sentirnos a salvo. Tuvimos que aprender muy rápido a reunir a nuestros seres queridos en cuanto sonaba la sirena y bajar al metro o al sótano más cercano”.