El Ejército y Marina han sido, son y serán leales al pueblo, nunca a una persona.
Nada de lo que ocurre es casualidad. Todo es parte de un plan estructurado con tiempo y precisión. Todo lo que hemos visto ocurrir en estos primeros cuatro años tienen un objetivo: Apoderarse del país. Las tácticas están probadas con éxito en Hungría, Nicaragua, Bolivia y Venezuela; sólo El Salvador, Argentina y Brasil se han resistido, con mucho dolor, hasta ahora. Formar un ejército para el servicio de un Presidente y cooptar al que ya teníamos, compartiendo el poder y prebendas, son los caminos elegidos. El país está en riesgo de caer en el autoritarismo total. Lo único que puede salvar a México es el propio Ejército y la Marina que si son fieles a las leyes y ordenanzas de nuestro país, llegará el momento en que digan que no. La otra manera es que nosotros, la sociedad nos agrúpenos y en protestas pacíficas le hagamos ver al Ejército y a la Marina que confiamos en ellos y que desde 1917 han sido leales y que es la hora de reafirmarse como resguardo de nuestra Nación. Hacer ver con respeto y en paz que no estamos dispuestos a ser sometidos a una tiranía ni a una dictadura. El mismo presidente nos ha dicho y sostiene que nada pasa en el país sin que él esté enterado. Y lo ha sostenido aún para la critica a los anteriores presidentes que pretendieron defenderse argumentando que no sabían. El Presidente autoriza todo, los mismos sicarios y jefes del narco, han dicho públicamente que son acuerdos con el gobierno los que les permiten trabajar. También han dicho en todos los foros y los hemos oído que pagan enormes sumas de dinero para comprar esa protección. Y no estoy hablando de lo que le dan a un policía, a un comandante o a un secretario de estado. Hablo de sumas inimaginables como el costo de las campañas políticas pagadas por el narco y que, por ello, trabajan impunes en el territorio. Es cierto que a veces tienen que actuar por presión del país vecino del norte, y lo hacen tomando acuerdos de a quien sacrifican y quienes se quedan en su lugar. De ahí que los hijos del chapo ahora sean intocables. Pero el Ejército y la Marina tienen ubicados a todos, y no me refiero a los jefes del narco, que si los tienen ubicados, sino a los jefes que con corbata y cara de empresarios o funcionarios los mandan. El ejército y la Marina sólo necesitan la orden de ir por ellos y lo harían. Pero hay demasiados intereses cruzados; Estados Unidos necesita la droga o se le colapsa el sistema de salud. Mexico está en las mismas, aunque en menor grado. Son, las drogas, entonces, un mal necesario, que han dejado o aparentan que está fuera de control, porque así conviene a los intereses de quien desea controlar todo en el país. Hay otra salida. Y es que al gobierno vecino no le convenga ese tipo de régimen en su frontera y hagan lo que nadie quisiera para evitarlo. Estamos en un problema real y muy grave. También hay que entender que estamos solos, por que el sistema político se agotó, y los gobiernos que hemos tenido nos fallaron y nos esquilmaron, y el que tenemos ahora, nos quiere proteger, pero a su manera y bajo un único mando. Es un dilema, y por eso estamos todos confundidos y/o divididos. Hay quienes quieren que haya mano dura y bota militar para que haya un control total del país, se vale y esa puede ser su decisión, pero también habemos quienes preferimos seguir en una, hasta ahora, pésima democracia, pero que creemos poder mejorar. Hay que decidirse por uno de los dos bandos, no hay de otra, y hasta ahora, vamos perdiendo.
P.D. Ayer inició la pavimentación para completar la carretera Delicias Meoqui. Faltaba Delicias al Salado. Felicitaciones a Jesús Valenciano.