A cañonazos *

Benditas lluvias, que con esos beneficios divinos, traen desastre y a su paso, en caminos históricos, arrasan, pero su presencia y la permisión de Dios, trae vida, alegrías y lágrimas. El agua reitera, a su paso, exige, diría, su cause libre. Trae más, mucho más, de lo que factura. Mi respeto a las familias afectadas y mi eterno agradecimiento a quién la envía, a veces escasa, otras menos, y en ocasiones, en exceso. Pese a todo, viene con vida, y reparte parejo, con quien la cree natural o por eventos de clima o ciclo y quienes creemos que la envía el Jefe de Jefes (Nada que ver con AMLO). 

Hace unos días tuve ocasión de reír, y mucho, en contagio por un amigo, que casi mortificado me mostraba un periódico que publicó que empezaba a dar resultado el bombardeo de no sé qué, de plata, para propiciar lluvia. Claro que sé, pero el tema amerita risa de la candidez (término suave) para funcionarios tontuelos que creen jugar, con su dedo, en la boca de incauto. (singular por el funcionario mismo). Le regalo la perla: “Eduardo Prieto,  coordinador estatal del Proyecto de Estimulación de Lluvias, informó que lo que se logra con la fórmula de yoduro de plata es crear núcleos de condensación para que se activen las moléculas de agua”. Ojalá no haya demandas por exceso, en Sonora y Sinaloa, los más cercanos que sufren el exceso de su yoduro del precioso metal, y de chihuahuense alguno que crea la piña, y hasta se organice con Lalo Prieto, para rescatar esa plata de los charcos y separarla del yoduro; y en fracaso cierto, demande por insulto a inteligencia. 

Si de piñas hablamos, no escatimo el obsequio. Si la ignorancia es mía, celebro el éxito con estruendo de fiesta de pueblo religioso, respetables pero con ruido, y si en casual extremo, no soy el ignorante, mi respeto y bendición al propietario, con disculpa, por la risa incontrolable, que, me compartió, un amigo muy admirado y más querido. Ojalá que Tamaulipas llene sus vasos, y dejen en olvido, a su hermano del alma, Chihuahua, al menos un ratito. Evitemos confeti y llamada a misa, necesitamos la cuenca en virtud, para llenar los vasitos disponibles, que vacíos, no como el hermano Nuevo León, pero vacíos, no por uso y si por mandato (robo). Rezar no arriba agua a las norias, pero la lluvia sí, así que si reza, hágalo y agradezca a Tata Dios que la envía. Si se equivoca y agradece a Lalo, no pasa nada, a menos que trabaje por ahí, a riesgo de ser objeto de epítetos, propios del ingenio. La gobernadora en convalecencia, seguro no pudo darle diploma, pero pronto regresa al ruedo, y ojalá alguien la ponga al día en cuanto a los eventos milagrosos y, también, de los graciosos ocurridos en ausencia.

Ojalá que no castigue a Lalo por la plata y el yoduro gastados en exceso, pues es sabido que el presupuesto sufre ajuste una y otra vez por escasez y deudas como herencia. 

Antes de irme, celebro la pronta visita del Presi que viene a traer a municipios recursos, ojalá que sean de maciza y no de lengua. Y que le toque al Estado que hace tiempo que no está en jauja.

* se corresponden.

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