México parece condenado a repetir una y otra vez los errores. Todo indica que no aprendemos. La nueva, o, mejor dicho la vieja escuela de la corrupción se hace presente. Ahora entre los empleados de la súper delegación, que dirige Juan Carlos Loera, existe una parvada de ladrones que tiene una lista enorme de adultos mayores a los que nunca les ha llegado su pensión universal. La trama apenas empieza a contarse y, quien desentraña este abuso, eligió a uno de los portales más serio y prestigioso del estado, como es el del periodista, Osbaldo Salvador. Iniciemos:
Hugo Ruiz Esparza, es una persona que trabajó en la estructura que hay en el estado, en el área de la Delegación del Bienestar. Ahora, sin empleo, y, seguro, hay una, o más razones, entre ellas: molestia por su despido o venganza contra los que motivaron su despido o, en el mejor caso; genuino valor civil; decide contar la historia de este criminal atraco organizado y sistemático entre unas tres decenas de empleados corruptos que sustraen el dinero de unos, tantea Hugo, 4 mil adultos mayores, a quienes traen a vuelta y vuelta con el cuento de que su pensión no ha sido radicada en la delegación, cuando en realidad se están quedando con ese dinero…