En México todo puede pasar.
José Ramón Cossío, ministro en retiro, afirma: Es un falso debate, se refiere al proyecto para quitar la prisión preventiva mal utilizada y que tiene llenas las prisiones del País con el 85% de los presos sin sentencia, aunque INEGI reconoce sólo el 54%. El Presidente López Obrador, se opone y a través de la prensa hace presión a 4 ministros de la Corte, que él propuso, para que eviten que 8 de 11 le quiten ese poder al Ministerio Público (MP). Muchas ong’s y el propio Zaldívar, Presidente de la Corte, al igual que el ponente Luis María Aguilar, respaldado públicamente por la Magistrada Piña, han hecho pronunciamientos acerca de la violación sistemática respaldada, por un párrafo de la Constitución, en el artículo 19, al pasar por encima de la presunción de inocencia, como ocurre con la prisión preventiva oficiosa y/o justificada.
La que debe desaparecer es la prisión preventiva oficiosa, porque te presume culpable hasta que demuestres lo contrario. Lo que propicia que muchas personas no enfrenten su proceso en libertad, y, debido al abuso de esta figura jurídica, muchas personas pasan años (decenas) en la cárcel, y si al final son absueltos, no hay manera de resarcir el daño causado por el tiempo pasado en prisión. Esto es lo que se busca evitar, pero, desde el lunes, que empezó la discusión, esos cuatro ministros que propuso AMLO están bajo fuego para que se opongan a dejar sin efecto, ese párrafo del artículo 19 de la Constitución, que viola los derechos fundamentales. Cabe decir que México es firmante de tratados que condenan la prisión preventiva oficiosa, así que está obligado a quitar ese párrafo. Por cierto, hoy los 4, doblaron las manos para dejar en 7 la votación. Aún se mueve una patita, seguirá la discusión o se tendrá que ir a cortes internacionales.
Lo que debe quedar claro es que el MP debe hacer su trabajo de investigar, y no encarcelar a las personas para tomarse el tiempo (años) para llevarlos a juicio, con el doloroso riesgo descrito, que lastima social y profesionalmente al ser humano imputado, extendido a su familia y que deja un injusto estigma de por vida.
El ministro Cossío, en retiro, afirma que la prisión preventiva justificada no debiera tener problema, incluso es bien vista internacionalmente. O sea que los MP lo que no quieren, o no saben, es trabajar, ni sus policías investigar, para poder llevar a alguien a proceso, no, claro que no, es mejor meterlo en la cárcel, y ahí que se quede hasta que acepte la culpa o envejezca. Y es que al quitar ese párrafo del artículo 19, quedaría la obligación para el MP de demostrar ante el Juez, que existen elementos suficientes, y presentarlos, para que una persona quede privada de su libertad, mientras lleva su proceso, y, he aquí el meollo del asunto: Será el Juez quien en uso de su investidura y autoridad, decidirá si encarcela o no. Hasta aquí el tema.
Pero eso, aunque se logre y se logrará, si no ahora, será después, pero no blinda a la sociedad. Explico, o trato:
La condición humana, no deja libre a jueces, ni a nadie. Siempre existirá el riesgo de que jueces de consigna, como lo que ya pasó en Chihuahua, que faltando a su ética profesional y para no perder su trabajo se sometieron a los caprichos de Javier Corral, que con falsos argumentos, por él fabricados, dejando de lado su obligación, los aceptaron para encarcelar a quienes ordenó Javier. Aunque era claro que debían enfrentar su proceso en libertad. Javier Corral primero los amenazó, persiguió y extorsionó. Una vez llenos los bolsillos de dinero sucio, los encarceló, y siguió con la extorsión, luego la tortura y las amenazas a la familia, que se suma a los años en cárcel.
Hoy, gracias al tiempo y al aguante valiente de esas víctimas, todos están libres, y todavía, hay personas que piensan que no debieron salir.
Ignorando, a propósito, que las declaraciones de los sapos malditos, fueron escritas o redactadas en gobierno, y firmadas por esos traidores, sin leerlas, y así salvar su vil pellejo.
Ignorando, a propósito, que fueron, todos, víctimas de procesos falsos, viciados de origen, y que la justicia no debe ni puede aplicarse sin ceñirse a la ley.
Ignorando, a propósito, que fueron encarcelados, sin que el delito que les imputaban era grave. Ignorando, a propósito, que fueron extorsionados, torturados y amenazados con dañar a su familia, con un deseo insano, pasional, jamás racional, de un Javier hambriento de venganza, y en total abuso de su poder, obligó a que le acomodaran la ley a su gusto y deseo.
Además de su pésimo y espurio paso por el gobierno, al que desfalcó y dejó en desastre total;
Javier tendrá que vivir con eso en su conciencia, si es que tiene, porque el dinero que recibió él y sus compinches, de esas extorsiones, no sirve; está maldito!, por ser mal habido. Y como decía mi abuelo Luis: el dinero mal habido te pudre el …
Javier tendrá que enfrentar la ley, y ojalá, que sus procesos sean apegados a derecho, porque nadie debe hacer lo que él hizo: usar el poder para vengar sus celos, odios y frustraciones, o para desquitarse de quien creía le debía vaya usted a saber qué.
Javier cree que saldrá impune de sus desmanes, pero el karma, aunque lento, a veces más lento, siempre se presenta, y cuando lo hace es muy, muy elegante… Al tiempo.