–El policía primero Jesus Arnoldo Fierro González ha ayudado a cientos de menores de difícil conducta a retomar sus estudios o aprender un oficio
Con lágrimas en los ojos y la voz cortada, el policía primero de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Jesús Arnoldo Fierro González, narra cómo fue su experiencia al enfrentarse a una complicada situación en la que una menor de tan solo 10 años de edad pretendía atentar contra su integridad, luego de haber sostenido una discusión con su madre.
Después de seis años de trabajar con niñas, niños y adolescentes, que por diversas razones han abandonado sus estudios y que están propensos a cometer faltas administrativas y eventualmente delitos, el policía se dijo sorprendido al enterarse del caso de Camila, una pequeña de corta edad que había amenazado a su familia con realizar actos en contra de su persona después de realizar un berrinche por no permitirle salir.
Aunque el elemento municipal capitalino sabe lidiar con problemáticas de toda índole que los jóvenes y adolescentes que pertenecen a su programa le comentan, se sintió atónito y sorprendido al escuchar el caso de Camila de voz de su abuela, quien acudió a la Comandancia Sur a exponerle y pedirle ayuda debido a la situación con su nieta.
Sin pensarlo, de inmediato se trasladó hasta el domicilio del infante para escuchar su versión de viva voz, quien después de varios minutos de dialogo, no negó su vehemente deseo de realizar tal acción, lo que parecía implicar una necesidad urgente de recibir atención especializada por parte de psicólogos, terapeutas y trabajadoras sociales.
Ante tal hecho y temiendo por la integridad de la niña, el “Jefe Fierro” como es mayormente conocido, no escatimó en movilizarse para conseguir rápidamente ayuda de quien fuera necesario y determinar las causas que originaban tal deseo y las maneras en que debería ayudarla para que se sintiera como cualquier pequeña de su edad, para que sintiera feliz realizando actividades propias de su edad cronológica.
Luego de varios días de intenso trabajo con ella, su madre y demás miembros de su familia y de permanecer bajo un tratamiento que fue gestionado por el policía, Camila empezó a mejorar y a mostrar una actitud positiva, una actitud que parecía no existir antes de este negro episodio. Serán sus seres queridos quienes, a partir de ahora, junto con el apoyo del “Jefe Fierro”, enfrenten la gran responsabilidad de hacer de Camila una persona de bien que valore su vida y aprenda a conquistar su propio futuro.
Este programa, ahora llamado “Niñas, Niños y Adolescentes a la Educación” fue creado a iniciativa de Fierro González, con el objetivo de trabajar con menores de edad, principalmente de familias vulnerables, que por diferentes causas habían abandonado sus estudios o presentaban problemas conductuales, a quienes inició gestionándoles terapias psicológicas, platicas con expertos, la realización de talleres de aprendizaje, actividades deportivas y culturales, entre otras.
Gracias a él, docenas de hombres y mujeres menores de edad que han ingresado al mismo, han logrado concluir sus estudios de nivel básico y medio superior de manera satisfactoria, logrando con ello disminuir el número de casos estadísticos por esta causa, accediendo con ello a mayores y mejores oportunidades de empleo y como consecuencia la disminución de conflictos a nivel personal, familiar y social.
Para lograrlo, el Instituto Chihuahuense para la Educación de Los Adultos (ICHEA) y la preparatoria “Maestros Mexicanos”, han sido grandes aliados, otorgando becas y facilitando la admisión de los jóvenes y adolescentes al sistema educativo.
“El amor de los padres y escuchar a los hijos es la mejor forma de comunicación; enseñarlos a distinguir lo bueno y lo malo para que sepan cómo conducirse en sus vidas, es lo que los hará felices a ellos y sus familias”. Policía Jesús Fierro González.