La maniobra de ayer, idea de Ricardo Monreal, o de quien sea, es digna del colmillo político que tiene. La maniobra de regresar a comisiones, para dejar viva o en suspenso, la propuesta del PRI de ampliar los años para que el ejército siga en las calles, con labores de policía, y no hasta el 24, cómo está acordado, sino hasta el 28 para disponer de más tiempo para preparar a la Guardia Nacional (pretexto para militarizar el país). Y así tener vigencia para regresar con otro dictamen y proponerlo al pleno, mientras los “operadores” harán lo que sea para comprar los votos que faltan. Esta ha sido, y es una deleznable práctica, para lograr reformas y otras maniobras políticas que no consiguen el apoyo de los partidos opositores. Motivo por lo que el ex senador Lavalle ha estado encarcelado, acusado de recibir dinero para votar a favor de las reformas estructurales en el sexenio Peñista, mismo motivo por el que Ricardo Anaya está fuera del país. La votación de ayer no alcanzó esa mayoría, por lo que se hizo la maniobra mencionada líneas arriba. La conciencia se mueve con dinero, promesas de cargos o huesos, o lo que haga falta. Ejemplo de esa práctica, es cómo la gobernadora Sansores dejó en santa paz a Alito, misma situación pasó con su desafuero que ya quedó atrás, tampoco se habla ya de quitarlo de la comisión de gobernación en la camara, dichos premios fueron posibles cuando este y sus aliados diputados propusieron la reforma y, por supuesto, votaron a favor…