POR POR JESÚS M ESPARZA F
Cuarto y quinto Día en Oaxaca. Previo a entregar el vehículo rentado, muy temprano nos dirigimos al ex convento de Cuilapam de Guerrero, el cual se encuentra en un pueblo limpio, tranquilo, ordenado y con mucha identidad; el edificio data del siglo XVI, de impresionantes dimensiones, pero que nunca fue
concluido. Entre sus espacios arquitectónicos más característicos se encuentra una capilla abierta, tipo de construcción religiosa característica de los primeros años después de la conquista de México, ideado con el propósito de congregar a una mayor cantidad de indígenas a los cuales convertir al catolicismo.
El convento estaba destinado a albergar a la orden Dominica, la primera sección construida del conjunto arquitectónico fue la capilla abierta, a la que se añadieron sucesivamente una basílica, un claustro conventual, una posada y un noviciado. Como la capilla destinada para la evangelización, el templo también fue concebido como un espacio religioso a cielo abierto. En una de las celdas del convento fue puesto en prisión Vicente Guerrero, ex presidente mexicano y prócer de la Independencia, antes de ser fusilado en el pueblo, un 14 de febrero de 1831.
Ahí mismo, no podíamos dejar de visitar los vestigios de la casa de Cortés, una propiedad que perteneció al conquistador español. Ya de regreso a Oaxaca, fuimos a la visita guida del Teatro Macedonio Alcalá, donde el tiempo se detuvo en un edificio cuya construcción del Teatro inició en 1903 y concluyó en 1909.
Era hora de comer, Ricardo eligió el restaurante Criollo, propiedad de los chefs Enrique Olvera y Luis Arellano para festejar su cumpleaños. El local está a unos cuantos pasos del hotel donde nos hospedamos, además de restaurante, es un hotel llamado Casa Criollo, donde los chefs se encargaron personalmente de curar (seleccionar los muebles y adornos) el espacio, para ofrecer una experiencia única donde se fusionan el diseño, la gastronomía y el arte oaxaqueño de manera armoniosa. El menú consiste en una degustación de 6 tiempos de productos locales disponibles y a las temporadas, inspirado en las diferentes técnicas de la cocina oaxaqueña, haciendo guiños a la costa, los valles, la sierra y al Istmo del estado de Oaxaca, incluye entradas, platos fuertes y postres, el cual puede ser opcional acompañarlo de maridaje de bebidas. Como referencia, el chef Enrique Olvera ocupa el lugar número 6 del mundo con su restaurante Pujol de la CDMX en The World’s 50 Best Restaurants’, que es una de las distinciones más preciadas en el mundo de la gastronomía a nivel mundial. Tan solo por ir a comer a este tipo de lugares, vale la pena ir a Oaxaca.
Para cerrar el día, por la noche nos dirigimos a la terraza del hotel Flavia, pero no pudimos ingresar, ya que todo el hotel estaba reservado para el cantante colombiano Maluma y todo su equipo, así que nos dirigimos al corredor turístico donde nos habían recomendado que conociéramos el restaurante Levadura de Olla, propiedad de la joven chef Thalía Barrios, cocinera tradicional, el nombre del restaurante se debe al fermento con el que preparan pan en la sierra oaxaqueña. Uno de los atractivos que han dado fama a Levadura de Olla es la experiencia en Cocina de Humo. Ahí, la leña calienta los comales en los que se preparan antojitos típicos del estado, con maíz de diversos colores, mientras en las cazuelas de barro se calientan los guisos que acompañarán una tortilla recién hecha. Entrar aquí y sentarse en la mesa comunal es un espectáculo, que se aprecia mientras el humo escapa por el tragaluz que baña las paredes con los rayos del sol o de las luces nocturnas. Ricardo pidió Segueza, esta preparación también es conocida como mole de maíz (una especie de chacales), elaborado con maíz amarillo, ese que se da en las milpas, quebrado en el metate, no es necesario triturarlo demasiado para que tenga mejor sabor y se perciba en la textura, de acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, es un “guiso muy caldoso y consistente, que se cocina con chiles chilcostle o guajillo, jitomate, ajo, pimienta, clavos molidos, hierba santa y algún tipo de carne como pollo, cerdo, res o conejo. Se espesa con maíz seco, tostado y martajado en metate.” y yo quise unos chapulines con guacamole, adicionalmente pedimos una porción extra de mole, acompañado de unas tortillas de maíz azules y unas tostadas. Debo confesar que mi comida favorita del mundo mundial es el mole, pero este mole, el de Levadura de Olla es único, acompañado con una degustación de mezcales de la casa.
El sábado nos dirigimos a la zona arqueológica de Monte Albán en taxi, ya que no hay servicio de Uber en Oaxaca, realmente es un orgullo y un regalo nuestra historia. Monte Albán se encuentra sobre un cerro, cuya cima fue aplanada por la primera cultura que la habitó. Estuvimos casi tres horas admirando y recorriendo la Plataforma Sur, el Juego de Pelota Grande y el edificio de los Danzantes (o Edificio L).
De regreso a Oaxaca, comimos en el restaurante Catedral, Ricardo pidió unos chiles y yo pedí, para variar, chapulines con guacamole y ambos compartimos una gigantesca tlayuda preparada a las brasas, la cual es una tortilla de maíz de 30 centímetros de diámetro, con una base de asiento de manteca de puerco, frijoles, quesillo y repollo; además, suele llevar tasajo, cecina enchilada y/o chorizo, así como lechuga, cebolla, cilantro, tomate y aguacate.
Más tarde, fuimos al templo de San Felipe Neri, donde se casaron Benito Juárez y doña Margarita Maza en 1843. En el interior hay varias pinturas dentro de las cuales se destacan las que representan la Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, la Institución del Rosario con Santo Domingo y San Diego de Alcalá. En la parte superior hay cuatro enormes medallones ovalados, de aproximadamente cinco por tres metros, con bellas pinturas de arcángeles decorados con elementos vegetales. Cuenta con un hermoso retablo cubierto en oro.
Ya para despedirnos de Oaxaca, por la noche fuimos al hotel Quinta Real a una degustación de mezcales artesanales, es un impresionante edificio histórico, en el cual se han hospedado personajes como los reyes de España, este Ex-Convento Santa Catalina, es una Joya Histórica localizada en el corazón de la ciudad de Oaxaca, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Fundado en 1568, por el Obispo Fray Bernardino de Alburquerque, es el segundo monasterio de monjas de la Orden Dominica en la Nueva España. Su construcción paso por varias etapas y se concluyó en el siglo XVIII. Hoy en día, esta Joya Arquitectónica alberga a el Hotel Quinta Real Oaxaca, un oasis de serenidad dotado de frescos centenarios, bellos patios, portales y antiguas obras de arte. Cuando vayan, no dejen de admirar El Patio de los Lavaderos, este es un hermoso patio y de los más representativos por tener una majestuosa fuente octagonal con un domo en cantera con 12 tinas y con detalles de hierro forjado, antiguamente eran los Lavaderos del Convento, de ahí su nombre. Esta gran obra es considerada como uno de los mejores sistemas hidráulicos de la época colonial.
Aquí no solo termina un viaje, termina una etapa de 30 años con mi hijo Ricardo. Apenas fue ayer que, siendo un niño, viajábamos él y yo a acompañar a nuestros Mineros de Parral a casi todos los estadios de beisbol del estado, a Guadalajara a ver jugar la selección de Brasil, a Torreón y Monterrey a ver partidos de futbol y también pudimos ver algunos juegos de beisbol de nuestros Yankees, de basquetbol con los Lakers de los Ángeles, de futbol americano con los Patriotas de Nueva Inglaterra y los vaqueros de Dallas, incluso hasta de algún partido de Hockey sobre hielo en Phoenix; lamentablemente nos quedamos con las ganas y los boletos para ver a Michael Jordan en Denver, por causa de los atentados terroristas en las torres gemelas en NY en 2001. Apenas fue ayer que me pedía le comprara todos los dinosaurios de Jurasicc Park, los personajes de Batman y los caballeros de la edad media. Pudimos conocer las principales zonas arqueológicas de México y, hace 15 años le cumplí viajar al río Amazonas. Ricardo es un apasionado de los deportes, principalmente del beisbol, de las zonas arqueológicas, del medio ambiente, del ciclismo y del senderismo, de la música, especialmente del jazz, de la ópera y de la música clásica, de los museos, de la gastronomía y de los viajes. Con mucha seriedad, tan propia en él, me dijo que, después de todo lo que pasamos, del brutal sistema de justicia en México, que en cuanto sea posible se irá y nunca jamás regresará a México, y como lo conozco, sé que lo cumplirá. Se queda en mi corazón todo el tiempo que juntos hemos compartido, como pocos padres lo han hecho, desde que nació y hasta la fecha adoptamos dos canciones de Miguel Bosé que nos identifican a ambos: Los Chicos no lloran “Es mi vida, no quiero cambiar, los chicos no lloran, sólo pueden soñar. Es mi vida, no quiero cambiar, los chicos no lloran, tienen que pelear…” Y la otra es Solo Pienso en Ti, de modo tal que, siempre nos saludamos llevando los dedos índice y medio juntos a la frente, como un saludo militar, invocando el título de esta última canción. La venganza, el odio y las bajezas de Javier Corral y su pandilla (funcionarios, jueces y Ministerios Públicos), no solo me torturaron, me extorsionaron, pusieron en riesgo mi salud y mi vida, persiguieron a mi familia, me quitaron 4 años y 12 días de mi vida, usaron falsos testimonios, y ahora, destierran a mi hijo… que Dios los perdone, porque yo nunca lo haré. Lo juro.
Frase recomendada de la semana: ““Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta. En las azarosas garras de las circunstancias, nunca me he lamentado ni he pestañeado. Sometido a los golpes del destino, mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. Más allá de este lugar de cólera y lágrimas, donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo. No importa cuán estrecho sea el portal, cuan cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”. William Ernest Henley: Invictus
Cantante recomendada de la semana: Nina Simone (1933–2003), fue una cantante, compositora y pianista estadounidense de jazz, blues, rhythm and blues y soul. Se la conoce con el sobrenombre de High Priestess of Soul (Alta Sacerdotisa del soul). Estilísticamente, la palabra que mejor caracteriza a Nina Simone es eclecticismo. Su voz, con rango propio de una contralto, se caracterizaba por su pasión, su breathiness (voz jadeante, sofocada, sin aliento) y su trémolo (del italiano trémolo, “trémulo, tembloroso”)
Canción recomendada de la semana: Father and son (padre e hijos), de Cat Stevens. Es la conversación entre un padre, que quiere que reflexione sobre su futuro y su hijo, que siente la necesidad de buscar su propio camino. Este músico británico, que se convirtió al Islam y adoptó el nombre Yusuf Islam, incluso modula su voz para representar los dos papeles protagonistas: más grave cuando habla el padre y más aguda y desgarradora cuando habla el hijo. La canción comienza con la palabra de experiencia del padre, que aconseja a su hijo que “no es momento para hacer un cambio, tómatelo con calma. Todavía eres joven, tienes mucho que aprender. Mírame, soy viejo y feliz”. Además, el padre le recuerda que “yo fui una vez como tú ahora y sé que no es sencillo calmarse, cuando sabes que algo está pasando” así que le recomienda que “piense mucho, porque tú estarás aquí mañana, pero puede ser que tus sueños no”. El final de la canción lo dice todo: “Todas las veces que lloré, manteniendo todas las cosas que sabía dentro, y es difícil, pero es más difícil ignorarlo. Si estuvieran en lo correcto, estaría de acuerdo, pero es ellos que se conocen a sí mismos, no a mí. Ahora hay una manera y sé que tengo que irme… sé que tengo que irme.”
Por hoy es todo. Pues me voy…
Fuentes de apoyo: cultura colectiva.com, mexicodesconocido.com, oaxaca-mio.com, Wikipedia.
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Posdata: No se aceptan críticas, porque ¿saben ustedes cual es la diferencia entre una crítica positiva y la negativa? Pues, la positiva es toda la que yo hago y, la negativa es… ¡toda aquella que me hacen a mí!