Resulta que el ejército tenía conocimiento de las actividades delictivas en la sierra y en Cerocahui municipio de Urique, por parte de las bandas delictivas, pero, sin saber la razón, ni de quién fue la orden, la información se fue a un archivo, en calidad de confidencial. Esto se sabe ahora por los documentos que circulan luego del hackeo a la Sedena. Nadie entiende por qué tenían que sacrificar a los sacerdotes jesuitas Javier Campos de 79, quien estaba en la parroquia en alguna tarea junto a Joaquín Mora de 80 años, y al ver entrar Pedro Palma desangrándose, lo vió tan grave que quiso proporcionarle el sacramento de la extremaunción, pero su asesino no se lo permitió y lo remataron, luego, sin motivo alguno, dispararon a mansalva contra los dos sacerdotes jesuitas. Ahora sabemos que todo esto se podría haber evitado. Pero las autoridades que juran cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus leyes, tienen otras prioridades y la información que les enviaron se fue a dormir el “sueño de los justos”. Claro que no sabíamos que el ejército tenía en su poder la información del trasiego de droga, abusos y desórdenes en la zona. La gente ahora podemos concluir muchas cosas, todas muy dolorosas, pero podemos concluir que la muerte de estas y tal vez de otras personas pudieron ser evitadas. De entrada, el Estado de Chihuahua tenía órdenes de aprehensión, pero hoy se sabe que nefasto Corral no las mandó ejecutar, por ligas y compromisos con esa gente que muchas voces repiten allá en la sierra donde toda la gente, hasta los chamacos, saben quién es quién. De salida, si El Ejército tenía reportes internos con información completa de los delincuentes y sus acciones en esa parte de la sierra por qué no actuó o por qué no le pasó la información al Estado de Chihuahua? Incluso pudieron coordinarse.
A los chihuahuenses y a los mexicanos nos queda claro que la muerte de los jesuitas fue por dejar hacer dejar pasar. Sin duda hay culpables de omisión criminal como mínimo, ser permisivos o hasta cómplices para no hallar ni ver nada en sus rutinas de recorrido y si lo ven y lo reportan como los militares y se archivan, no estaban cumpliendo su deber, ni uno, ni los militares. A los jesuitas y a Palma les fallaron, por decir lo menos, los gobiernos estatal y federal. Del Desgobierno de Corral nada extraña, perdió su razón de ser y la locura del poder lo trastornó y así lo dejó para siempre. Es cuánto a los militares, resulta muy difícil entender la estrategia de seguridad que siguen para combatir a los delincuentes; más bien parece que nos pretenden dar atole con el dedo, aunque para ello mueran personas inocentes como los jesuitas sacrificados junto a Pedro Palma.
* en el liderazgo liberal (AMLO DICE SER LIBERAL) el jefe delega la mayoría de sus funciones operativas y monitoriza cómo se consiguen los resultados. Cada colaborador se responsabiliza totalmente de sus funciones y toma sus decisiones. Lo cual nos dice que el Presidente conlleva responsabilidad en la aplicación de ese liderazgo liberal.