Todos Ponen

La popularidad del Presidente es alta y el pueblo, en su mayor parte, cree en él, aunque no se pueda explicar o entender la razón; lo cierto es que lo creen honesto y buena persona, y, tal vez, un Presidente con buenas intenciones, pero ese 67% de aprobación no es suficiente ni lo único que la gente considera a la hora de votar. Peña Nieto empezó con 60%, de ahí se fue a la baja año tras año, primero con la Casa Blanca y luego la liberación de precios de combustible conocido como el gasolinazo, lo bajó por un tiempo hasta un piso de 12% y al retirarse no alcanzaba el 30%. Felipe Calderón tuvo una popularidad que osciló entre 44 y 68% durante todo el sexenio. Sin embargo, ninguno de los tres presidentes tiene números a favor en seguridad. El flagelo de la corrupción no ha podido ser ni detenido, menos erradicado por ninguno, sigue plena. Ahora la diferencia está en salud, donde (15 millones) carecen de servicios al borrar del mapa el seguro popular. Otro error es la baja en presupuestos de la educación. Otros dos puntos neurálgicos borrados; El fondo de desastres naturales y el fondo de enfermedades catastróficas; partidas esenciales para ayudar a la población más humilde en caso de desastres naturales y enfermedades de alto costo. La pandemia será, sin duda el mayor descalabro de AMLO, aunque todavía no hay conciencia en la gente, porque no se han dado por enterados que fue la mayor mortalidad del país en 100 años. Las muertes esperadas son una estadística real y las que hubo son más, intensamente más, que las reconocidas por covid. Luego, en el ámbito internacional, la Invasión a Ucrania ha propiciado crisis global. En conclusión, la suma de todo lo interno y externo, nos llevará a un sexenio perdido, igual que el de 1982-88, uno ya lo fue, y este también lo será de un crecimiento promedio de cero en los 6 años.
Las violaciones a la constitución serán motivo de intervención de cortes de nivel internacional, como La Haya, con mal presagio para el Presidente. Eso tardará dos o tres años, pero llegará. Son indefendibles los caprichos violando tratados y la constitución.
Analizar un gobierno es muy difícil, todos tienen claros y oscuros. La herencia de los anteriores es de terror, pero se esperaba un cambio que no se dio porque el Presidente cambió de opinión. Quedan dos años y mucho por pasar para constatar lo que viene, así que de lo único que estoy seguro, es de que México y nosotros con el, las perdemos de todas, todas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *