El INE por el que estamos peleando con AMLO para conservarlo como único garante de elecciones limpias, podría haberse dado un balazo en el pie.
Se dice que hace dos meses mandó hacer la encuesta telefónica semestral, para consumo interno. Los resultados, acusan, se saben hasta ahora, porque según sus detractores, el INE pretendió ocultar los resultados de la encuesta. Lo cual, de ser cierto, podría ser un segundo balazo, en el otro pie.
Ayer el Presidente aprovechó para solazarse dándoles una exhibida de padre nuestro y señor mío. El primer balazo podrían habérselo dado en la redacción de las preguntas para la encuesta. A quién se le ocurre preguntar: Que si se debe bajar el sueldo a los consejeros, que si el INE debe gastar menos, y que si a los partidos se les deben dar menos dinero. Que si estaría bien que los consejeros los elija el pueblo, por votos. ¿Está usted de acuerdo en que se reduzca el número de diputados y senadores? Esas preguntas las debió redactar el más acérrimo enemigo del INE y, por supuesto, la gente contestó sí a todo, y el INE recibió una paliza injusta y la encuesta en apariencia da la razón al Presidente.
El segundo balazo fue cuando el más inteligente del INE habría tenido la ocurrencia de ocultar los resultados de la encuesta. ¿En qué cabeza cabría que adentro del INE no habría filtración de los datos? Las preguntas correctas eran sencillas, de primaria. Por ejemplo: ¿Está usted de acuerdo en que el gobierno controle y organice como antes las elecciones? ¿Está usted de acuerdo en que el INE sea sustituido por personal propuesto por el gobierno y elegido por el pueblo a través del voto? A esas dos sencillas preguntas la gente habría contestado ¡¡que no!! En fin, hagamos de tripas corazón y a defender al INE aunque tenga 2 agujeros en los pies. Si lo hicieron, podría pensarse en una decisión, al estilo japonés, y tiene un nombre, ese tipo de acciones: Se llama el Harakiri, que se refiere a una solución drástica ante un fracaso.
El INE es digno de credibilidad y confianza. Se las han ganado a pulso desde su nacimiento cada elección arbitrada por ellos, es un ejemplo de competencia justa, creíble y transparente. El error que dicen se cometió es eso, un doloroso error, si es que se cometió, porque Lorenzo Córdoba sostiene que los resultados de la encuesta estaban en el portal desde que se tuvo acceso a ellos y que la encuesta es de consumo interno. Si esto que afirma Lorenzo Córdoba es verdad, entonces es el Presidente es el que se burla y mofa del INE en su afán de restarles imagen social y desacreditarlos ante la ciudadanía.
Bien haría Córdoba en pedir a una empresa especializada que certifique desde cuándo está la información en el portal del INE.