El INE por el que estamos peleando con AMLO para conservarlo como único garante de elecciones limpias, podría haberse dado un balazo en el pie.
Se dice que hace dos meses mandó hacer la encuesta telefónica semestral, para consumo interno. Los resultados, acusan, se saben hasta ahora, porque según sus detractores, el INE pretendió ocultar los resultados de la encuesta. Lo cual, de ser cierto, podría ser un segundo balazo, en el otro pie.
Ayer el Presidente aprovechó para solazarse dándoles una exhibida de padre nuestro y señor mío. El primer balazo podrían habérselo dado en la redacción de las preguntas para la encuesta. A quién se le ocurre preguntar: Que si se debe bajar el sueldo a los consejeros, que si el INE debe gastar menos, y que si a los partidos se les deben dar menos dinero. Que si estaría bien que los consejeros los elija el pueblo, por votos. ¿Está usted de acuerdo en que se reduzca el número de diputados y senadores? Esas preguntas las debió redactar el más acérrimo enemigo del INE y, por supuesto, la gente contestó sí a todo, y el INE recibió una paliza injusta y la encuesta en apariencia da la razón al Presidente…