Los prejuicios en la época de mis abuelos, incluso de mis padres, estaban muy arraigados en contra de las personas que optaban por una sexualidad que no fuera la del nacimiento. La lucha sistemática de esas personas, apoyada por la sociedad, la evolución del pensamiento, y la vida misma, han erradicado, no sin algunos cerrados que se oponen, a esa forma de pensar. En lo particular, tengo familia, amigos y conocidos que han optado por una sexualidad diferente, y sin saber las causas, en las que soy neófito, pero si con experiencias de horror y traumáticas, respeto, admiro y amo a todos los que me han dado la gran oportunidad de abrazarlos tratarlos y conocerlos. Sin embargo, como en todo, los excesos, son una mala influencia. Desde comer, hasta el tabaco, alcohol y, más que nada, las drogas, quitan la vida. La nota de hoy, o la diferencia que deseo mostrar, es cuando desde el poder público, adquirido con el voto de la gente, se utilizan símbolos de la identidad de nuestro estado, para mostrar las inclinaciones personales, creo que tenemos el derecho de reclamar la manipulación en abierta y clara ofensa a todos, y si, somos una comunidad diversa, pero nunca homogénea, no sólo por decirlo sino porque es imposible que seamos todos iguales. Somos gregarios pero heterogéneos y esas diferencias nos dan identidad pero no como pretendió Javier Corral. Reprobó que haya manipulado la forma en que se dibujó y coloreó el contorno del estado de chihuahua. Aclaro que recibí ayuda, a propósito de mi video columna de ayer, por las narrativas de Frank, y LeBaron para recordar cómo presentó Javier Corral el mapa o el contorno del estado de chihuahua, durante su gobierno. Si ustedes lo recuerdan, utilizó los colores del arcoíris, para dibujar en forma estilizada el mapa del estado. Ese arco iris milenario, mágico y casi infinito y hermoso…