Javier Corral no puede estar bien de sus facultades mentales. Se ha pervertido tanto que ya no ubica la realidad, cuando solo vive de la que construyó con sus abusos como gobernador. Es imposible que no esté al tanto de las crueldades inhumanas que él mismo ordenó.
Es imposible que no recuerde los millones de pesos en efectivo que obtuvo por extorsiones. Igual le será muy difícil convencer a un juez de que se le olvidó que abusó de las personas en lugar de someterlas a un juicio respetando el debido proceso y la ley…