La luz al final del túnel 

Enrique De La Madrid hace un firme llamado a la unidad y a la autoconfianza en cada uno de nosotros, como alternativa que haría posible esa unidad, cuyo único requisito es creer en nosotros mismos. Enrique De La Madrid sabe que no puede solo, que la tarea es entre todos los mexicanos, porqué sólo así se puede construir un México mejor.

El tremendo problema de este gobierno es la inseguridad, la economía, la salud, la educación, la infraestructura y otros rubros, pero no se resuelve apostando por la continuidad del mesías que nos ofreció oro, incienso y mirra, pero tampoco con un caudillo que nos regrese a todo lo que se hizo mal en el pasado. Ahora es la sociedad quien debe elegir un hombre sencillo, con sentido común, que sea capaz de dirigir el esfuerzo conjunto, hecho programa de trabajo, que surja del diálogo, de escucharnos unos a otros, para que sea legítimo y que nos represente, que nos haga sentir el orgullo de identidad y nos impulse a colaborar desde cada trinchera, dirigidos por ese hombre que tenga claro lo qué hay qué hacer, pero que entiende que requiere de todos, como un gran equipo con sinergia, confianza y buena fe, para construir un México mejor. Enrique tiene la sencillez, la experiencia, las relaciones, el talento y la preparación, además de compartir con todos el amor por su país. Insiste en que él quiere sumarse, quiere ser parte pues nunca ha sido controlador, porque mandar no lo es todo, que se debe reivindicar la política, como el arte de lo posible con el esfuerzo de los ciudadanos. Enrique no busca un pueblo, busca ciudadanos que se comprometan para resolver juntos el caos, la ingobernabilidad e inseguridad en que vivimos. El país está en malas condiciones, no hay tiempo para ver hacia atrás, sino enfocarse hacia adelante, dejando de lado las nocivas polarización y odio. El país va de mal en peor y los ciudadanos son los únicos que lo pueden cambiar, ellos lo viven, ellos ponen a diario la sangre o la

desaparición o pérdida de hombres y mujeres inocentes; ya no lo soportan, por eso vamos a cambiar de rumbo. Insiste: Dejaremos atrás el odio que nos destruye y la polarización que nos divide y separa. Los ciudadanos perciben que nada está bien, los apoyos sociales que reciben no compensan la sangre de sus hijas e hijos muertos por una delincuencia sin control y plena de abrazos y no balazos. El día de la Virgen Morena, Enrique se reitera Guadalupano y que todos los que lo somos, no tenemos que ser morenos, pues es la Virgen de Guadalupe, madre de Jesús, no la Virgen Morena, pues todos somos iguales.

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