La perturbación por el poder ha transformado a los que gobiernan. Pretenden, imbuidos en su megalomanía, erigirse en profetas o mesías, que dirigen vidas y dictan destino de naciones. La pretensión de convertirse en emuladores de Los Grandes Iniciados: Rama, Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo, ¿y por qué no? En el último Gran Iniciado: Jesús. Así conjunta su pobreza mental y deja ver la fútil manipulación social para el provecho de unos cuantos, engañando con viperina lengua a la masa social amorfa que no haya camino porque lo distrae el sufrimiento diario de buscar qué comer, ni la ciencia ni la religión le dan respuesta, ni esperanza, menos un gobierno que todo atrapa, cual agujero negro. Los hombres de estado ausentes y los gobiernos carentes de políticas públicas que amainen el denodado esfuerzo diario por sobrevivir y que hagan asequible lo indispensable; más bien aparecen como aves de rapiña que se alimentan de las entrañas de los débiles, humildes y desprotegidos. Cito un fragmento de los grandes iniciados, de Edouard Schure, 1889 de la 91a edición: “Hoy, ni la Iglesia aprisionada en su dogma, ni la Ciencia encerrada en la materia, saben hacer hombres completos. El Arte de crear y de formar las almas se ha perdido, y no se volverá a encontrar hasta tanto que la Ciencia y la Religión, refundidas en una fuerza viva, se apliquen juntas y de común acuerdo al bien y la salvación de la humanidad. Para eso, la Ciencia no tiene que cambiar de método, sino extender su dominio; ni el cristianismo de tradición, sino de tratar de entender los orígenes, el espíritu y el alcance”.
El Presimiente no encuentra otra manera más que polarizar con dádivas que dividen y que, para mala fortuna, sólo serán solución temporal del hambre, dolor y sufrimiento. El otro ingrediente es el odio que acelera la separación de los humildes para hacerlos más humildes y dependientes; con eso alarga el poder. Los otros no le preocupan, se arreglan solos, o sacan sus capitales.
Nota1.- Tanto enamora el perdón que se ha creído que lo de Corral es una venganza. Lo de Ovidio seguro fue una broma.
Nota2.- El mundo gasta 2 millones de dólares por minuto en defensa militar. ¿Y la gente? ¿Qué acaso el planeta no es la misma casa? ¿Aún así la destruirán?