Los animales humanos somos gregarios, vivimos en comunidad, nuestra dependencia o interdependencia impide que podamos vivir como un puma, que resuelve su vida por sí mismo y se reúne sólo para apareo. Animales políticos al fin, los seres humanos obligados a convivir somos objeto histórico para provecho de otros; plusvalía, diría Marx (explotación del hombre por el hombre). La célula familiar es la representación de excelencia de lo que se ha logrado con la civilización. La política tiene o tenía como fin arreglar los conflictos propios de una comunidad. Nada que ver con la corrupción de todas las épocas, pero intrínseco en la condición humana y su libre albedrío. La primera especie de corrupción que se conoce, de niños, son discusiones entre padres, en las que de niño tomas partido o eres usado para inclinar la balanza. A veces terminan en divorcio y sigue el juego del reparto, de la razón o del odio; los hijos en medio, y sin saber tienen que decidir. Pero cuando el odio prevalece y echa raíz te vuelves correo de uno y otro, como en la política, pero allá son embajadores. Llevan declaraciones de guerra, o llevan regalos o a pedir préstamos. Todo, en menor escala, pero tan importante en el núcleo familiar como entre naciones. N veces odié a mis padres, N veces dije palabras o hice acciones de vergüenza por odio y venganza. La Guerra de Ucrania es igual en muchos aspectos; allá se pierden miles, cientos de miles de vidas por ambición de hombres que se creen buenos y aseguran que los otros son malos, pero es lenguaje, la verdad es puro el origen del homo sapiens, con todos los defectos que conocemos. Así se hacen obras o se promete oro, incienso y mirra, como si los Reyes Magos fueran y vinieran a su antojo o en abuso de metáforas. López Obrador dijo: El ejército al cuartel, salud y medicinas para todos, no más corrupción, bla, bla, yo robé a mamá y luego traté toda mi vida de tenerla como una reina, pero la culpa no me dejó jamás, hay quien le dijo a su papá: ¡Te vas a morir como un perro! Y se condenó de por vida con un gran peso emocional. Mexico saldrá de este horror, la Guerra terminará, algún día hallaré consuelo por no hablar aquello a tiempo con mamá, y quién dijo a su padre ya lo procesó y en paz quedó.
El mundo da vueltas. Nada es para siempre, ni la vida de una persona, ni la guerra, ni el odio o el amor, pero la felicidad para quien quiere vivirla se encuentra en el camino y vicisitudes de la vida. La democracia siempre es perfectible, sólo la muerte la lleva en perfección, sin distingos y empareja el marcador. Hay que ver la vida con ojos de amor, porque es un milagro, así los problemas no te agobian, si sufres reviértelo, eso depende de cada quien, el dolor será inevitable por pérdidas dolorosas pero aprendes con recuerdos hermosos a sobrellevarlo. Nada ni nadie prevalece más allá de lo que el tiempo le dé. Analiza tu vida, da gracias a quien creas por lo que te ha dado o lo que haz tenido y disfruta lo más que puedas, no te amargues, ni empeñes tu vida en tener. Lo mejor es lograr ser lo que tu corazón quiera, y separa siempre un tiempo para ti, y para hacer lo que ames y te divierta.