Mensurar lo que es de Dios con lo nuestro sería entender la Navidad. Un ser que cree en lo que se demuestra, junto a otro que piensa más allá de la lógica, dirían que es la necesidad de relacionar la naturaleza con sus maravillas y poderes, que nos dejan claro lo pasajero que somos en un espacio sin fin. Lo que nos rodea será entendido al entregar el corazón y la fe a una Deidad que nos procura a su imagen y semejanza. Él sí mueve al mundo, Él controla lo indomable de la naturaleza, y más aún, Él sí puede crear vida y quitarla. Él, un día como hoy, celebró la vida a su hijo en nuestro mundo. Él fue quien lo envió a salvarnos y, todavía, lo dejó en el corazón de cada uno sin discriminar, pero sólo a disposición de quien se entregue.
¡¡Feliz Navidad!!Alma Delia y Fernando