Las corcholatas del Presidente se han gastado 1500 millones de pesos para promocionar sus figuras. ¿De dónde ha salido ese dinero?, es imposible que sea de sus bolsillos y también que lo hayan conseguido con apoyo de simpatizantes; así, la única alternativa es el desvío de recursos del erario. Una empresa de los Estados Unidos denominada Central de Inteligencia Política, ha hecho la medición del impacto en medios de las corcholatas y le ha puesto número. Repito, 1500 millones y algo más han gastado entre todas las corcholatas para promocionar su imagen. Incluso Raymundo Rivapalacio de El Financiero publicó ayer en su Columna que Claudia sigue a la cabeza en cuanto a las preferencias, seguida de Marcelo Ebrard y muy Lejos Adán Augusto López, quien, pese a que no levanta, no se da por vencido; incluso acaba de sacar un periódico llamado “al gusto del pueblo” en obvia referencia a su nombre y circula de manera gratuita. Sin embargo, todo puede cambiar, ahora que prometieron piso parejo para 4, incorporando a Ricardo Monreal, de manera oficial, como la cuarta corcholata, veremos si Monreal destrona de la punta en preferencias a Claudia, a quien ya no le llueve sino le graniza en el Metro, que como ente viviente, le tomó coraje y se ha convertido en su peor pesadilla un día sí y otro también.
El rezago del Metro es de años, pero recordemos que la izquierda, donde ellos se identifican, gobierna la CdMex desde 1997, lo cual la deja callada porque no puede decir nada, a riesgo de lastimar a sus antecesores, entre ellos el mismísimo Presidente. El inmediato anterior no le preocupa, pero Mancera, entró después de Marcelo y este enseguida de AMLO y antes Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, en el mismo y único trienio.
Ricardo apenas entra al ruedo, veremos que trae en las alforjas. Aunque el desprecio de que fue objeto le ha servido bastante, por lo que no arranca de cero. Las denuncias están presentadas pero el TEPJF aunque emita sentencias, no tiene quien las ejecute, pues debe apoyarse en el Ejecutivo para ello. El chiste se cuenta solo.
La preocupación de todos está en el riesgo de elecciones de Estado, con las reformas del Plan B en las Leyes Secundarias. La única autoridad que falta para que sea firme es que la SCJN no acabale los 8 votos necesarios para echarla abajo. Esperar es lo que tenemos que hacer, aunque la esperanza es mínima. Lo más duro de todo es que la gente lo sabe y nadie dice nada, el Presidente tiene un blindaje del pueblo a prueba de quejas y denuncias, cómo está y muchas otras. Ni hablar.