Los errores del equipo del ex gober desquiciado Javier Corral costarán un dineral al erario de Chihuahua; es decir, a los chihuahuenses. El tema es que cuando te domina el odio y el rencor, dignos de sociópata ávido de pasiones, la toma de decisiones se nubla y todo sale mal.
Corral perdió todos los casos y expedientes que abrió, unos por no hacer correctamente los trámites de extinción de dominio, y se les cayó en la Corte Suprema del País. Otros por violar el debido proceso en las causas penales, con lo que todos los acusados se volvieron víctimas. Si había alguien culpable de algo, eso pasó a segundo término cuando se violan los derechos humanos o se aplican torturas, obviando los procedimientos correctos. En suma todo lo que hizo Corral en su llamada Justicia para Chihuahua terminó en un gran fiasco para él, para la sociedad y para el erario del Estado.
Las devoluciones de propiedades son obligatorias y la demanda por daños y perjuicios serán consecuencia del descuido del equipo de Corral que saqueó las propiedades y las descuidó dejándolas abandonadas. Las otras demandas que vienen serán por los daños y perjuicios por las extorsiones, torturas y violaciones al debido proceso. Total, un desastre fue lo que hizo el sentimentalismo de Corral, al hacer las cosas con el estómago y no con cerebro.
Eso le pasa a un berrinchudo que no piensa y que actúa con el hígado. Eso sí, muy delicado, gritón y llorón.
El Auditor Superior del Estado lo puso en Charola de plata para la fiscalía con el informe al Congreso del Estado con vista obligatoria a la fiscalía. Ahora va de oficio y no por el gobierno, sino por el Auditor Héctor Acosta Félix.
Apuesten a que le echará la culpa a Maru y gritará a los cuatro vientos que es una venganza política. Pago doble vs sencillo.
Chihuahua exige justicia. La espera no se vale, cuando el abuso fue tanto y tan obvio, se impone no la venganza pero sí que se aplique la ley a quien hizo uso de ella como si fuera de su propiedad.