La gobernadora Maru Campos Galván señaló a un grupo de hombres originarios de otros estados de causar el incendio en Palacio de Gobierno durante la marcha del 8M y afirmó que incluso ya había dos detenidos, que habrían sido captado por las cámaras cometiendo los hechos. La mandataria calificó de “daños históricos” los causados a la sede del Poder Ejecutivo de Chihuahua.
La gobernadora presidió este jueves en Camargo varios eventos, como la inauguración de una pavimentación y la entrega de equipo táctico Centinela, y como era de esperar fue cuestionada por los medios locales en torno a su opinión en torno a los hechos en los que desembocó la marcha feminista.
En un primer término, Maru Campos enfatizó que “el Gobierno del Estado y en particular una servidora abrazamos siempre las causas de las mujeres, soy una mujer y soy una mujer que siempre ha luchado por mantener la paz y la buena convivencia y que se respeten los derechos de las mujeres porque justamente me ha tocado vivirlos al interior de mi profesión y de la vida pública que he llevado”.
No obstante, acto seguido precisó que “desgraciadamente ayer un grupo externo a la comunidad chihuahuense, un grupo incluso de hombres generaron un incendio en las puertas de Palacio de Gobierno, sede de Gobierno del Estado y esto sí no lo vamos a permitir”.
La mandataria anunciaba que más tarde se emitiría un boletín oficial informando de que “ya se logró la detención de dos varones”, de los que contaban con evidencias, al igual que advirtió que contaban “de otras personas que participaron que no eran de Chihuahua y que eran varones también”.
Al solicitarle si contaban ya con una estimación del alcance o monto de los daños ocasionados al Palacio de Gobierno, Maru Campos contestó que “son grandes daños porque sobre todo son daños históricos, la madera de las puertas, la cantera, hay cosas muy graves”.
Respecto al empleo de gas lacrimógeno desde el interior del edificio para dispersar a las manifestantes, la gobernadora reiteró, como en el mensaje de la mañana, que tras ser respetuosas con el derecho a la libre manifestación de las congregadas, el Estado sólo intervino “cuando ya se vio en riesgo la integridad de las personas que ahí estaban”.
“Estaban corriendo riesgo con el fuego que estaban prendiendo y no se movían de donde estaban. Si no se hubiera movido la gente que estaba ahí pudieran haber sido lastimados de manera seria, con quemaduras serias”, aseveró a este respecto.