Esta vez no podrán tapar nada, ni echarlo debajo de la alfombra.
Esta vez la comunidad internacional hará la presión necesaria para que México, a través del Presidente, se obligue a dar la cara y asumir las responsabilidades de una política exterior binacional que transgrede los derechos fundamentales.
Estados Unidos y Canadá también acaban de tomar acuerdo de enviar a Texas a los migrantes entre sus dos fronteras. Cualquiera deduce que vendrán a México, su patio trasero y sus incondicionales, con tal de que no haya panel sobre la energía y el daño a sus empresas paradas y que iban a producir energías limpias.
AMLO se ha ido radicalizando cada vez más, y tanto tiempo diario de exposición en la mañanera lo lleva a cometer más errores con lo que dice cada día.
Este crimen de Estado, por la decisión de encerrar a los inmigrantes como delincuentes y violando sus derechos, será de un costo enorme para AMLO y la cárcel para los que estaban ahí.
La muerte de tanta gente en custodia del Estado tendrá consecuencias, quieran o no.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos no lo dejará pasar.