López Obrador ha recurrido al desacato para violar fallos judiciales. El 28 de junio de 2021 la Suprema Corte decretó inconstitucional prohibir el consumo de marihuana, pero ni su gobierno, ni sus legisladores han hecho nada para despenalizarla.
En 2022, se otorgó una suspensión para detener las obras del tramo 5 del Tren Maya, pero el presidente simplemente decretó que la obra era de seguridad nacional, para brincar el fallo judicial.
En estos días está la orden de una jueza para nombrar comisionados del INAI en 48 horas, mismas que ya se cumplieron y los senadores hacen mutis porque prefieren obedecer al Presidente que a la jueza del Poder Judicial.
El Presidente sabe lo que significa el desacato pero no le importa porque a fin de cuentas un juez no puede ir personalmente a obligar a que se cumpla lo instruido, sino que debe auxiliarse de los otros poderes, en este caso del poder presidencial a través de la FGR, lo cual resulta risible pues nadie se atrevería a ir contra los senadores miembros de la JUCOPO, objeto del fallo de la jueza.
Eso se llama burlar la justicia amparados en la incapacidad material del Poder Judicial para ejecutar y meter en la cárcel a quienes caen en desacato. faltas a sus decisiones. Ya lo dijo el Presidente: “y que no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”.
La crisis institucional que se provoca no es materia de importancia para el presidente, pues él siente que su investidura está por encima de todos los poderes.
AMLO no entiende lo que es México, una república con tres poderes iguales, pero con distintas tareas.
Él manda, guste o no.
El desafuero, cuando era Jefe de Gobierno, hubiese impedido todo esto, pero se le aflojaron las rodillas a Fox.