El mesías se dice de quien se siente iluminado y salvador del pueblo, pero además de creerlo de sí mismo; logra que una gran parte de la sociedad crea en él como garante de un futuro mejor.
El mesianismo conlleva una particular interpretación de la realidad, no importa la distorsión, lo increíble debe pasar porque lo dice su mesías.
La megalomanía incluye que el iluminado se crea sus propias mentiras. La gente que lo sigue entra en su dinámica y le cree lo que dice aunque sea obvio que es una mentira. Es un fenómeno social inexplicable que sólo se entiende cuando la sociedad misma se da cuenta.
Sin embargo, es tarde y hay que empezar de cero. Lo difícil de esta política populista es que se caracteriza por el apoyo del pueblo y no hay manera de sacarlos de ese marasmo hasta que ya no hay remedio. Así sucedió en Venezuela y está pasando en Nicaragua con la dictadura del caudillo que los liberó de Somoza, (Daniel Ortega).
El camino de la política está tan desgastado que la gente prefiere un dictador que seguir jugando a la democracia, como pasó en Chile con Pinochet. Le perdieron la fe a la política y eligen que alguien los tome de la mano aunque sea al precipicio.
Dios nos agarre confesados.
Justicia fallida
En el caso de Fuentes Vélez se están equivocando igual que con César Duarte, el caso es administrativo y la orden de aprehensión no debió pedirse ni librarse… Al tiempo.