Dicen que la justicia es como el karma, muy lenta, elegante pero llega.
Todo indica que se han decidido a ir con todo por la gente de Corral, que tanto daño hicieron al estado y a muchas familias con la despiadada persecución y venganza de Javier Corral.
Equivocan el camino en algunos casos. No se entiende, pero puede ser producto de la necesidad de desquitanza, o, de no medir consecuencias, porque si lo que se busca es Justicia, deberían aprender de los errores de Javier Corral, que, al final, no consiguió más que cometer delitos de lesa humanidad en el seguimiento de sus expedientes X.
Violar los derechos fundamentales puede dar un gusto al que abusa, pero mucho sufrimiento a la víctima. Es importante ceñirse a la letra de la Ley, porque si una acción administrativa la trata de hacer penal, forzando la Ley, les saldrá el tiro por la culata.
Bienvenido el esfuerzo por impartir justicia. Dura lex sed lex. La ley es dura, pero es la ley. Es como es, no como quisiéramos, así que se debe aplicar siguiendo los caminos correctos para que todo proceda en tiempo y forma, o de lo contrario pasará lo mismo: victimizaron, revictimizaron y perdieron, ahora, los carniceros de ayer esperan su turno en el rastro; pero aprendan y no se arriesguen a que se repita el ciclo más delante.
Aprendan en cabeza ajena.