Un documento de la inteligencia estadounidense, clasificado como de alto secreto, reveló que el gobierno de Joe Biden está descontento con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque el mandatario latinoamericano prioriza el gasto social y los proyectos de infraestructura en su presupuesto, “en lugar de destinar recursos necesarios a asuntos “bilaterales” con Washington, como migración, seguridad y comercio”.
Eso incluye, por ejemplo, limitar el papel de las agencias estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico, en medio de la controversia por el aumento del comercio ilegal de fentanilo en EE.UU. y de la violencia en México.
“El presupuesto federal de López Obrador para 2023 da prioridad al gasto social y a proyectos de infraestructura emblemáticos, en lugar de realizar las inversiones necesarias para abordar los temas bilaterales con Estados Unidos, como la migración, la seguridad y el comercio”, señala el documento de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional.
“La escasa inversión de López Obrador en organizaciones relacionadas con la migración, la seguridad y el comercio probablemente socavarán la capacidad de México para cumplir con los compromisos de frenar el flujo de migrantes irregulares y fentanilo hacia EE.UU., y promover la competitividad económica en América del Norte”, agrega.
El documento data del 23 de febrero de este año y es parte de un conjunto de filtraciones de inteligencia hechas a un servidor de la plataforma Discord, supuestamente por el joven miembro de las fuerzas armadas estadounidense Jack Douglas Teixeira, y publicada en línea por DDoSecrets, un colectivo que divulga documentos filtrados.
A principios de mayo, el mandatario mexicano y su par estadounidense hablaron por teléfono, en una conversación en la que, según López Obrador, ambos reafirmaron “el compromiso de seguir trabajando juntos en temas como la migración con dimensión humanista, el tráfico de drogas y armas”.
“Somos buenos vecinos y amigos”, dijo el mandatario mexicano respecto a la conversación.
El fentanilo, “un problema que pertenece a EE.UU.”
El académico Carlos Pérez Ricart, profesor del mexicano Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), le explicó a The Intercept que “la crisis del fentanilo se debe a la negligencia de las farmacéuticas en Estados Unidos”.
“No sé qué espera el Director Nacional de Inteligencia alternativa. ¿Esperan que dejemos de gastar en programas sociales y políticas de infraestructura para atender un problema que pertenece a Estados Unidos?”, cuestionó respecto al contenido de la filtración.
Washington ha aumentado la presión a México para detener el tráfico ilícito de opioides sintéticos, particularmente fentanilo, ya que la nación norteamericana enfrenta una crisis por este tema, con más de 70.000 víctimas por sobredosis, tan solo en 2021.
Los precursores químicos son utilizados por organizaciones criminales para fabricar el fentanilo que se consume en EE.UU.
En este punto, el Gobierno de López Obrador ha negado que en México se produzca fentanilo. En cambio, el mandatario ha alertado que la sustancia entra al país en cargamentos procedentes de China.
La semana pasada, el presidente mexicano dijo que su gobierno está trabajando con el gigante asiático en un acuerdo de colaboración para frenar el trasiego ilícito de fentanilo.
“Estamos por establecer un acuerdo entre el Gobierno de China y el Gobierno de México, en especial, con la Fiscalía de la República, para evitar la entrada de fentanilo de China a México”, dijo el viernes.
En abril, López Obrador envió una misiva a su homólogo chino, Xi Jinping, solicitándole su ayuda para controlar los envíos “que puedan remitirse” del país asiático.