José Justo Corro Silva, Político y abogado presidente interino por un año dos meses entre 1836 y 1837, tras la enfermedad y muerte de Barragán.
Aunque Poco antes de morir el General Barragán, había asumido funciones López de Santa Anna, quien era el titular del ejecutivo, ya que el mesías tenía licencia de descanso y se bajó de la amaca ante la necesidad de ser el único salvador de México.
Tomó el mando del ejército para combatir a los texanos independentistas. Santa Anna sufriría la vergüenza y el oprobio por la “Siesta de San Jacinto” y su captura mientras dormía la siesta, luego el prisionero, firmó en Mayo de 1836, el Tratado de Velasco que reconoce la Independencia de Texas.
A José Justo Corro le tocarían algunos de los conflictos sucesivos hasta que Estados Unidos decide anexar Texas, se rompen relaciones y en 1946 Estados Unidos invade México y dos años después perdemos más de la mitad del territorio del país.
A José Justo en ese año dos meses que fue presidente le tocó también el reconocimiento español a la Independencia de México (diciembre 1836). También, la de malas, pues entraron en vigor “Las Siete Leyes” que derogaban la Constitución de 1824.
Lucas Alamán (traidor y asesino del héroe Vicente Guerrero), era la cabeza contra la República y afín a un gobierno central.
Una comisión novedosa fue la creación del “Supremo Poder Conservador” que controlaría los otros tres poderes. También suprimía el voto de los que no supieran leer y escribir, aunque era letra muerta.
El primer Presidente de ese Supremo Poder Conservador fue Melchor Múzquiz. Jose Justo Corro convoca a elecciones en 1837, que gana el traidor y asesino de Vicente Guerrero, el nefasto Anastasio Bustamante. Los centralistas ya se auto nombraban conservadores y los republicanos liberales.
Veinte años después de la Independencia reinaba el caos y las guerras fratricidas por el poder. A la plebe y a la indiada, sólo la usaban según les convenía.