- Estamos hablando de la pila que estaba en la Plaza Merino, instalada por los españoles allá por 1800
Una de las pocas aportaciones o vestigios que nos quedan de los españoles en la Ciudad de Chihuahua se encuentran actualmente en el completo olvido, arrumbada y amenazada con ser destruida.
Estamos hablando de la fuente o pila que allá a principios de 1800 se construyó y se instaló en lo que ahora conocemos como la Plaza Merino que servía como adorno y esparcimiento a los pobladores de la ciudad de esa época.
De acuerdo al cronista de la Ciudad y Director del Archivo Municipal de Chihuahua, Rubén Beltrán Acosta, esta fuente es de las pocas piezas adornada con cerámica talavera auténtica y de los pocos vestigios que nos quedan desde la fundación de la Ciudad de Chihuahua en 1709 construida por órdenes de uno de los fundadores, Juan Antonio Trasviña y Retes.
Relató que allá por 1814 fueron ampliadas las acequias derivadas del acueducto español y se establecieron varias pilas de agua potable para el servicio de los habitantes.
“Una de estas se construyó en la esquina de las actuales calles de Allende y Décima y recibió el nombre de “Pila de Pérez.
Explicó además que cuando se extendió la red de agua potable y alcantarillado esa pila se secó.
Fue en abril de 1905 cuando el ayuntamiento destinó ese terreno donde estaba la acequia para convertirlo en una plazuela que recibió el nombre de “Plaza del 5 de Mayo”.
Beltrán Acosta precisó además que a ese lugar se cambió la fuente de la Plaza Merino cuando en dicha plaza se construyeron los servicios sanitarios de la ciudad.
La fuente ubicada originalmente en la Plaza Merino y hecha con auténtica cerámica talavera, en completo olvido en la “Plaza del 5 de mayo” de las calles Allende y 10a. Foto: Cortesía
Pero hoy en día, la emblemática pila de la Plaza Merino sigue en completo abandono en la plazuela de las calles Allende y 10a.
“Creo que lo más adecuado es que esa pila o fuente regrese a la Plaza Merino, es decir, a su lugar original”, dijo el cronista.
Recordó que sería un reconocimiento de nuestro pasado histórico, más cuando puede embellecer aún más esa plaza, que se localiza por la avenida Juárez, entre las calles 4a y 6a y buscar otro adorno adecuado a la Plaza del 5 de mayo.
Plaza de Merino
La Plaza Merino tuvo su origen en el mismo momento de la fundación del Real de Minas de San Francisco de Cuéllar —hoy la ciudad de Chihuahua— el año de 1709, cuando uno de los fundadores de la ciudad, el sargento mayor Juan Antonio Trasviña y Retes, quien había cedido los terrenos en que se fundaba el real, comenzó la construcción de su casa habitación en un terreno localizado de forma inmediata posterior del señalado para construir la iglesia parroquial, dejando un espacio de terreno libre frente a la edificación con el fin de que fuera una plaza pública y que en consecuencia la población nombró de forma informal como Plaza de Trasviña.
Tras varios cambios de nombre y de uso, pues dicha plaza fue utilizada como tianguis y luego parián, se le dio a la plaza el nombre formal de Plaza de los portales de Hidalgo tras la Independencia de México. Permaneció con esta denominación hasta que en 1873 una nueva orden del ayuntamiento le dio su nombre actual en honor del coronel José Merino, quien en su función de Jefe Político del Distrito Iturbide murió el 17 de julio de 1872 en la Batalla de Tabalaopa combatiendo a los rebeldes porfiristas sublevados a favor del Plan de La Noria.
Plaza Merino. Foto vía Google Maps