Manuel Ávila Camacho

El último militar que fue presidente.

Inició como militar durante la Revolución Mexicana y participó con Emilio Portes Gil para combatir la Rebelión Escobarista en 1929.

Entró a la política en la Secretaría de Guerra y Marina, como oficial mayor. Después, fue nombrado por Lázaro Cárdenas, secretario de la Defensa Nacional. Fue presidente de México en elecciones polémicas, peleas que dejaron 30 muertos y 158 heridos contra Juan Almazán.

El congreso avaló su triunfo, pero años después se investigó y se documentó el fraude. Hizo compromiso con la libertad de culto. En su gobierno los militares dejaron el poder para los civiles. Restableció la relación, con Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial. Se esperaba que Cárdenas se decidiera por el general Mujica, pero eligió a un moderado en lugar de su amigo más radical.

Cárdenas mismo reveló los motivos de su decisión. El señor general Mujica, mi muy querido amigo, era un radical ampliamente conocido. Habíamos sorteado una guerra civil y en expropiación petrolera, la presión internacional era terrible. ¿Para qué un radical? Los grupos contrarios a Cardenas postularon a Juan Andrew Almazán por el Partido Revolucionario de Unificación Nacional. Fidel Velázquez entró a dirigir la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en lugar de Vicente Lombardo Toledano. Ávila Camacho decretó la Ley del Seguro Social y creó el Instituto Mexicano del Seguro Social, y otros centros hospitalarios, entre ellos el Hospital Infantil de México y el Instituto Nacional de Cardiología.

El fraude se institucionalizó, la votación siempre manipulada al ser el gobierno el juez y la parte. Como ahora que el INE está bajo control del presidente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *