La conformación de un Frente Amplio implica aceptar que participen los indeseables; lo saben, lo entienden y lo tratarán de pervertir.
Es un juego de poder: La limpieza de las Ong’s vs lo sucio de los partidos.
Lo orgánico del frente con Xóchitl, contra lo podrido que pelea posiciones.
Cambian sus fichas. Saben que sin partidos no hay registro, ni recursos de gobierno.
Alito, Marko y Zambrano serán legisladores junto con sus camarillas. El tiempo, y sólo el tiempo, nos dirá si la lucha del equipo de las Ong’s con Xóchitl gana, o pierde.
El futuro del país estará en las decisiones de 2025 en delante; con cada candidato que se mande a competir sabremos quién manda.
Este 2024 será un equipo de transición, acorde a lo que hay. Lo que hay no sirve, pero el fin mayor puede ceder, con riesgo de ser engullido por los agujeros negros que son los partidos.
La esperanza con Xóchitl es que decida ser distinta y distinto sería México, aunque requiere de tiempo, y pasar por depuraciones varias veces.
El cedazo lo podría tener Xóchitl, que lo use o no, y cómo lo use, dependerá de sus logros en los primeros seis años.
La pelea será de perros grandes. Esta vez la Abeja Reina necesita que los zánganos se maten entre ellos.
La descendencia debería ser nueva y orgánica.