El amagar al Poder Judicial con dejar sin clases a los niños es una extorsión, señaló el presidente de Coparmex, Salvador Carrejo, al mencionar el llamado que hicieron los líderes del SNTE en Chihuahua, al Poder Judicial a resolver, a favor de los libros de texto y el llamado al paro en caso de que no se resuelva en este sentido; hizo un llamado a la Secretaría de Educación Pública para que aplique las sanciones correspondientes a los trabajadores de la educación que se presenten a este tipo de maniobras políticas.
En rueda de prensa del Colectivo por la Educación y la Infancia, el empresario agradeció al Gobierno del Estado por estar del lado de la ley, ya que el cumplimiento de la ley es fundamental para garantizar una convivencia armónica como sociedad, puesto que cumplir con la ley garantiza que todos los ciudadanos sean tratados de manera justa y equitativa, “nadie por encima de la Ley”.
Hizo un respetuoso al Gobierno Estatal y las Autoridades educativas locales a seguir el cumplimiento de la ley, independientemente de las expresiones de grupos con claras intensiones políticos-electorales.
Además, hizo un llamado a las autoridades educativas para que apliquen las sanciones correspondientes, de acuerdo de los lineamientos, a los trabajadores de la educación que se presenten a este tipo de maniobras políticas alejadas de la noble vocación de los maestros.
También hizo un llamado a los maestros, para que en apego a su vocación, y compromiso con la sociedad, no se dejen llevar por posicionamientos radicales con claras intensiones políticas, y finalmente al gobierno federal para que respete la ley.
“De realizarse el paro, el costo sería inaceptable, harían a los niños víctimas del chantaje y la extorsión política de unos cuantos; exhortamos a las autoridades educativas del estado y a la propia gobernadora a actuar con firmeza ante esta amenaza y que se apliquen las consecuencias a quienes participen en una maniobra política como esta que se pretende hacer…”, enfatizó Carrejo.
Además, dijo que esta situación es un claro ejemplo de como la política y los intereses personales están siendo priorizados por encima de la educación y el futuro de los niños, utilizando las aulas como medio de presión para las autoridades.