El Paso.- Un juez federal de Texas prohibió, de manera inicial, que la administración Biden retire el alambre de púas colocado a lo largo de la frontera con México por el gobierno de Texas que encabeza el republicano Greg Abbott.
Abbott ordenó estos obstáculos como una forma para evitar que los migrantes ilegales entren en el país.
Sin embargo, la Patrulla Fronteriza ha argumentado que a veces necesita cortar el cable para salvar vidas cuando los migrantes están en riesgo de deshidratación o de ahogarse.
La jueza del Tribunal de Distrito Occidental de Texas, Alia Moses, dictaminó este lunes que el cable es de “propiedad” de Texas, por lo que prohibió a las autoridades federales de migración que lo quiten.
En la zona de Eagle Pass, Texas, limítrofe con la ciudad de Piedras Negras en el estado mexicano de Coahuila, los agentes comenzaron a cortar regularmente capas de alambre de púas en septiembre, cuando el sector se convirtió en el epicentro de una oleada de migrantes.
Texas presentó una demanda contra la administración del demócrata Joe Biden para evitar que los agentes de la Patrulla Fronteriza cortaran el cable.
Dicha orden de restricción para detener el corte de alambre es temporal y solo estará en vigor hasta el 13 de noviembre cuando ambas partes puedan presentarán sus alegatos y finalmente la jueza determinará quién tiene la razón.
En su opinión, Moses dijo que tendrá que considerar los derechos de propiedad de las personas que consienten en que se coloquen cables en sus tierras, el derecho de Texas a ayudar a esos propietarios y las “responsabilidades de la administración Biden sobre la seguridad nacional y la seguridad fronteriza, y sus poderes para llevar a cabo sus deberes, incluyendo un potencial derecho para destruir propiedad privada, o estatal”.
Durante la orden temporal, se prohibirá a la Patrulla Fronteriza retirar el cable “por cualquier otra razón que no sea para proporcionar u obtener ayuda médica de emergencia”.
En julio, un denunciante dentro del gobierno de Texas dijo que se les dijo a los agentes estatales que empujaran a los niños migrantes a lado mexicano del Río Grande o Bravo, y que no proporcionaran agua a esos migrantes que estaban claramente angustiados y deshidratados.
La administración de Abbott ha hecho chocar repetidamente con la administración Biden por las medidas que el estado ha tomado para impedir que los migrantes crucen, incluyendo el envío de migrantes que han solicitado asilo en Estados Unidos a otras entides como Nueva York o Washington.
Este verano, el republicano Abbott instaló boyas gigantes en una extensión de más de 300 metros sobre el Río Grande, precisamente en la zona de Eagle Pass, por lo que la administración Biden sostuvo que representaban una amenaza significativa para la vida de los migrantes y estaba en conflicto con los tratados internacionales con respecto a los ríos compartidos por Estados Unidos y México.
Otro juez de Texas dictaminó en septiembre que se retiraran esas boyas localizadas en la zona, aunque Texas no lo ha hecho hasta el momento, solo reubicó aquellas que se encontraban al lado mexicano del río.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, celebró que el Gobierno de Texas haya movido las boyas hacia su territorio; empero, enfatizó en que esa no es la solución que busca México.
“Estamos esperando que la Corte federal decida que se retiren las boyas, que es lo que estamos pidiendo.
Hasta el momento son tres las notas diplomáticas que México ha presentado a EU para el retiro total de las boyas, pero la Corte no ha decidido si Texas incurrió en una violación a la ley al tomar en sus manos el tema migratorio, una cuestión que compete exclusivamente al orden federal.
Boyas en Eagle Pass. Foto: Adam Davis / EFE / EPA
(Con información de NBC News y Eje Central)