Ser candidato requiere de habilidades naturales de las que no se aprenden fácilmente, ni se fingen. Son intrínsecas a la persona.
¿Estarán pensando que ser diputado o senador será como antes?
No. Todo a cambiado.
Ahora la gente que es de AMLO, ni prestará oído a otros candidatos. Sin pensarlo, votarán por ese partido con los ojos cerrados, sin pensarla.
Por lo que para ganar se requiere al grupo duro que cada partido tiene, pero hay que arrancar un porcentaje importante de esa masa humana de 38 por ciento que nunca vota, como única forma de ganar.
Porque de duros a duros, los de Morena son más, así que para ganarles necesitas nuevos votantes.
Convencerlos es muy difícil. He ahí la necesidad del acercamiento natural para venderse, aunque pueden aprovechar que en la mente del nunca votante hay miedo a que AMLO destruya el país.
Ahí está una parte de la clave, pero hará falta la otra parte que está en esa simpatía espontánea muy escasa entre los políticos.
Basta que vean a Maru para que se den cuenta cómo se pierde la naturalidad y el piso cuando se llega al poder.
¿Quién no extraña a la Maru diputada, a la alcaldesa, a la brava peleadora contra Corral, pero vean en qué copia tan mala queda de ella?
Esa pérdida de piso es la limitación de la meta. Hasta ahí quería llegar; por eso ya no le importa quedar bien con nadie.
Los políticos cuando quieren una carrera deben ser como era Maru, y cuando alcancen la meta que se pusieron que no les pasa lo que a Maru. Ya no hay interés, hasta ahí quería llegar.
¿Quieren otro ejemplo?: ¿Quién volvería a darle un voto a Corral?… Nadie.
Exacto… eso mismo pasaría con Maru cuando deje el gobierno.
…
La presidenta del Poder Judicial es ejemplo del olvido del juramento del abogado. Intereses la mueven y desgraciadamente a muchos de ellos. Los procesados pasan a segundo término.
César Duarte saldrá de prisión con ellos, sin ellos, y a pesar de ellos.
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