Cuando el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y su esposa Sophie Grégoire anunciaron el pasado agosto su separación tras 18 años de matrimonio y tres hijos, la sorpresa con que se acogió la noticia fue seguida de un alud de especulaciones sobre el porqué de la ruptura.
Casi seis meses después, ha llegado una posible explicación que ha caído como una bomba en el vecino del norte. Según destapó el periódico canadiense National Post, la primera dama, de 48 años, ya mantenía una relación con otro hombre cuando puso fin a su matrimonio con Trudeau, de 52, y se encuentra viviendo con la nueva pareja.
¿Cómo lo han averiguado? Resulta que quien los puso en la pista es una solicitud de divorcio presentada en abril del año pasado por Ana Remonda, una mamá a tiempo completo, quien asegura en ese documento que su exesposo, el cirujano pediátrico Marcos Bettolli, se “ha vuelto a emparejar con un individuo de alto perfil que atrae una significativa atención mediática y presenta consideraciones de seguridad significativas”.
Justin Trudeau se prepara para un tercer periodo como primer ministro en las elecciones del 2025.
“Parece decidido a permanecer como líder del Partido Liberal”, dijo Roderick Phillips, profesor de historia en la Universidad Carleton de Ottawa, indicando que el cambio en el gabinete fue “una limpieza política” y catalogó el divorcio como “una limpieza personal”.
Las encuestas de opinión pública muestran que los votantes están comenzando a cansarse de Trudeau, y la remodelación del gabinete de la semana pasada fue diseñada para construir su equipo económico central en respuesta a los desafíos del costo de vida que los canadienses han enfrentado durante más de dos años.
