Finalmente alcanza una parte de justicia por el tiempo en prisión. A dos años de su ingreso al reclusorio de San Guillermo, César Duarte alcanza, de acuerdo a la Constitución y a las leyes, el derecho al cambio de medidas cautelares, que ahora le permitirán seguir su proceso en libertad.
De todas las medidas cautelares disponibles le fue dictada la más estricta, lo cual no habría llamado la atención de nadie, de no ser por las negativas a recibir atención médica crucial y necesaria para el cuidado de su salud.
Esa fue la causa que movió el espíritu de quienes defendimos ese derecho a la salud que nada tiene que ver con su juicio y el resultado de este.
Si gana, bien por él. Si pierde, tal vez regrese a la prisión, no lo sé, no soy abogado, pero el derecho a la atención médica no es uno de los que se pierda cuando eres indiciado y sometido a juicio. Personalmente creo en la inocencia de Duarte, porque la acusación sólo tiene de base la lengua de Javier Corral; no existe otro tipo de prueba ni nada que vaya a demostrar su culpabilidad, que sólo está apoyada en los dichos del enfermo que nos destruyó como estado. En investigaciones periodísticas y análisis de amigos entrañables que aprendieron el derecho, para su autodefensa en los años que perdieron por la misma lengua acusatoria, que los convirtió en víctimas del sátrapa y sus compinches, que alguna vez, para desgracia de Chihuahua, tuvo ocasión de destruir desde el gobierno a nuestro estado y muchas de sus familias que todavía agraviadas esperan los complementos inherentes a la justicia; entre ellos indemnizaciones y el resarcimiento de sus bienes, sin dejar de lado el castigo a quienes abusaron del poder.
Así que hay confianza en que César Duarte logre obtener los amparos de colegiados para su plena libertad.
La justicia empieza a mostrar otro rostro, que sea para el bien de todos y que alcance a los más de tres mil presos olvidados que por más de dos años que no han podido pelear por el derecho al cambio de medidas cautelares al no tener una sentencia; la mayoría por su pobreza, que es lo que otorga el derecho a seguir sus juicios en libertad, toda vez que el estado tuvo ese tiempo, y si no logró sentenciarlos debe cambiar esas medidas cautelares de prisión.
Ojalá sean beneficiados para seguir sus juicios en libertad, salvo aquellos en los que sus delitos por la gravedad de los mismos, ameritan la extensión de la prisión preventiva.
Chihuahua puede y debería en concordancia con el carácter fuerte y decidido de su mandataria, ser la punta de lanza para que empecemos un mejor país.
Maru Campos, nuestra gobernante, fue de las personas que sufrieron persecución. Así que quien mejor que ella para empezar a cumplir los mandatos de los tratados firmados en Viena y las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Ojalá así sea, para que este estado siga el camino de puntero de las grandes causas de nuestro país.
César Duarte es inocente, como inocente fue y así demostró nuestra gobernadora y su fiscal, cuando fueron perseguidos por el sátrapa de apellido Corral.
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Pd que no los asuste el término de sátrapa, no es otra cosa que un pésimo gobernante que abusa del poder.