Los derrotados el día dos de junio deberíamos entender que la estrategia de señalar los errores fracasó. Ninguna crítica hizo mella en los votantes.
La democracia es así; la mayoría manda, y los votantes decidieron que el gobierno continúe.
La esperanza es que nada es para siempre; habrá que esperar el cambio de opinión?
Ser contrario al régimen atrae fanáticos que pretenden censura, pero hay que entender al periodismo, que no aplaude, ni ensalza aciertos; y cuya única obligación es señalar lo que está mal.