- Vence a Uruguay con la mínima diferencia en un agitado partido y con un hombre menos
- Gresca en las gradas tras meterse los equipos
Colombia sabía que sería difícil, pero entre sus planes nunca estuvo defenderse hasta el último aliento.
La expulsión del defensor Daniel Muñoz, uno de los baluartes del conjunto cafetero en el primer tiempo, obligó a que el equipo se replegara en su campo con fugaces contraataques. En dos ocasiones pudieron haber remontado más el marcador de la mínima ventaja gracias a un cabezazo de Jefferson Lerma.
La inferioridad de jugadores llevó a que, gradualmente, el ataque se despoblara y el técnico Néstor Lorenzo enviara al campo a fichas de corte defensivo.
Al final, con más ganas que talento, rechazando todos los balones que se aproximaban al área y con los ojos en el cronómetro, Colombia salió victoriosa y aseguró su cupo para el partido decisivo ante Argentina, la campeona del mundo.
La final se espera apoteósica este próximo domingo, en Hard Rock Stadium de Miami contra el líder albiceleste. En un golpe de suerte y de un inteligente equipo, Colombia podría estar levantando su segundo trofeo.
La primera y última vez que los cafeteros levantaron un trofeo de Copa América fue en 2001, cuando oficiaron como locales. En esa ocasión, bajo la dirección de Francisco Maturana, la selección no concedió ni un solo gol. La final fue frente a México, que se disputó en el estadio Nemesio Camacho de Bogotá, se saldo con un 1 a 0 a favor.
En la retina de los aficionados colombianos todavía permanece la imagen de Iván Ramiro Córdoba, capitán de ese onceno, levantando la copa.
Cabe destacar que el resultado no gustó a Uruguay, por lo que se presentó una fuerte gresca en las gradas tras involucrarse varios jugadores de Colombia y los Charrúas.
Con información de El País