- Goles de Pineda, Huerta y Romo, dejando el marcador en un sorprendente 3 – 0
El regreso de Javier Aguirre dio un resultado de ensueño al devolver un poco de la gloria de la Selección Mexicana y el entusiasmo de todos los aficionados mexicanos que tuvieron un desempeño más que impecable en su encuentro amistoso frente a Nueva Zelanda que dejó un marcador final de 3-0
El encuentro se realizó en el estadio Rose Bowl que lució medio vacío, ante el poco entusiasmo de la afición mexicana que ha sido desepcionada muchas veces.
El Rose Bowl, de Pasadena, al que le caben 89 mil 702 espectadores, lució semivacío al contar con 25 mil 271 personas según el conteo oficial en el duelo frente a los oceánicos, situación que causó sorpresa ya que los fans en Estados Unidos suelen responder al llamado del Tri. Los que decidieron seguir apoyando a la selección azteca se llevaron sin duda un grato sabor de boca y un digno espectáculo de los mejores encuentros.
Recordemos que México ha sufrido decepciones en los últimos torneos. En la Nations League perdió la final contra Estados Unidos, mientras que en la Copa América, el equipo mexicano se quedó en la fase de grupos.
Así el gol de Pineda
Con cinco minutos en el reloj, el Tri se puso arriba en el marcador con un gol de Orbelín Pineda, el del AEK de Atenas tiene que empezar a tomar un rol más protagónico y con esta anotación empieza a levantar la mano que tuvo abajo con Lozano y Diego Cocca.
El gol tempranero hizo pensar que sería una fiesta mexicano en Pasadena, pero los neozalandeses se encerraron por completo y de paso México batalló para irse acomodando con toda esta serie de movimientos que hizo el Vasco con respecto a lo que presentaba con Jimmy, Diego Cocca y Tata Martino.
Así el gol del Chino
La mejor versión de México en mucho tiempo llegó en el segundo tiempo y fue con el ingreso del Chino Huerta. El de Pumas que suplió a Julián Quiñones que salió lesionado y se echó el equipo al hombro.
Huerta desequilibró, se movió, jugó e hizo jugar al representativo; con solo minutos en el campo hizo el segundo tanto de la noche y el que le dio tranquilidad al juego, que si bien nunca corrió riesgo, al final no dejaba de ser de peligro.
Lo hecho por el Chino Huerta hizo que se moviera todo el equipo, se cargó el a todos sobre la espalda y fue clave en la jugada en la que Luis Romo puso el tercero en la frente de los oceánicos que dieron muestra que no han mejorado mucho desde hace tiempo y sí hizo ver que faltó la magia del Vasco Aguirre para sacar lo mejor de cada jugador, lo cual quedó demostrado con la sincronización en muchas de las jugadas así como en la confianza que hizo que los jugadores demostraran en mucho de qué madera están hechos.
Con información de Récord y Medio Tiempo