- Es imposible saber exactamente la diferencia que marcará, pero he aquí algunas maneras de pensar sobre la cuestión.
WASHINGTON.- Mientras el candidato presidencial Donald Trump aseguró que el apoyo abierto de la cantante del momento Taylor Swift a Kamala Harris le causó pérdidas por patrocinios de 125 millones de dólares, diversos medios han desmentido el bulo de Trump, pero reconocen que las cosas puedan cambiar en la carrera presidencial, y en las elecciones de noviembre próximo.
El diario The New York Times considera que las condiciones sin duda variarían en los votantes.
Para algunos estadounidenses, la mayor noticia del debate presidencial del pasado martes por la noche no fue la bien recibida actuación de Kamala Harris. Fue el respaldo que Taylor Swift le dio minutos después de que terminara el debate.
No hay duda de que Swift tiene influencia entre sus legiones de fans. Hubo un total de 405.999 visitas a Vote.gov a través del enlace en la historia de Instagram de Swift en las 24 horas que estuvo activo, mucho más que la media diaria del sitio de 30.000 a principios de septiembre, según un portavoz de la Administración General de Servicios.
Pero esa cifra por sí sola no es especialmente útil. No nos dice si los visitantes eran nuevos votantes, si esas visitas se tradujeron en registros reales o qué harán los nuevos votantes el 5 de noviembre.
La realidad es que es imposible saber exactamente la diferencia que marcará Swift, si es que marca alguna. Pero aquí hay algunas maneras de pensar sobre la cuestión, a partir de examinar las investigaciones y hablar con los fans de Swift en edad universitaria en Pennsylvania después del debate.
Lo que dicen las investigaciones
Hay muchos estudios sobre los respaldos de famosos, pero las evidencias de que estos son importantes son dispares. E incluso si son importantes (siguen siendo buscados y bien recibidos), los efectos reales son muy difíciles de medir.
Pero los investigadores lo han intentado.
Después de que Oprah Winfrey respaldara a Barack Obama en las primarias demócratas de 2008, los investigadores analizaron los datos de suscripción a la revista Oprah, las ventas de libros y los resultados de las elecciones para ver si Obama obtenía mejores resultados de lo esperado en los lugares donde la gente estaba suscrita a la revista o donde los libros recomendados por el Club del Libro de Oprah se vendían especialmente bien (después de tomar en cuenta diversos datos demográficos como raza, edad, educación, etc.). Así lo comprobaron, y concluyeron que el respaldo de Winfrey se tradujo en un millón de votos adicionales para Obama en las primarias, de los más de 30 millones de votos emitidos.
Pero este ejemplo solo puede llevarnos hasta cierto punto. Investigadores de la Universidad de Miami en Ohio y de la Universidad Estatal de California en Long Beach encontraron que los respaldos de famosos son más importantes en las elecciones primarias, cuando los votantes deben elegir entre dos o más candidatos relativamente similares. En estas situaciones —cuando los votantes no tienen realmente una opinión firme en uno u otro sentido— la voz de una celebridad de confianza puede desempeñar un papel importante.
En las elecciones generales, el partidismo es lo que impulsa la decisión de los votantes; las actitudes políticas suelen formarse a una edad temprana y es poco probable que cambien por el respaldo de una celebridad. En 2016, Hillary Clinton recibió el respaldo de Beyoncé, Jay-Z, LeBron James, Kendall Jenner, George Clooney y decenas de otros. Aun así, perdió.
¿El respaldo de Swift podría ser un caso especial?
La vicepresidenta Harris no es la típica candidata a las elecciones generales, ya que se presentó hace menos de dos meses. En una encuesta reciente del New York Times y el Siena College, el 28 por ciento de los posibles votantes dijeron que aún necesitaban saber más sobre ella. Solo el 9 por ciento de los posibles votantes opinaba lo mismo sobre Trump. Si los respaldos de famosos tienen un mayor efecto cuando los votantes no tienen una opinión clara del candidato, Harris podría beneficiarse de ser relativamente desconocida.
También está la cuestión de quién podría ser más receptivo al mensaje de Swift.
Aunque es más probable que sus partidarios sean demócratas (según una encuesta reciente de YouGov), es lo bastante popular como para contar con el apoyo de todo el espectro político. Alrededor de un tercio de los votantes que no apoyaban ni a Trump ni a Harris dijeron que les gustaba. Es posible que algunos de esos votantes —una pequeña parte, sin duda— se dejen influir por el respaldo.
El hecho de que el partidismo se forme en la juventud podría ser otro argumento a favor del efecto Swift. En la encuesta de YouGov, los encuestados más jóvenes eran los que más se declaraban fans de Swift.
“Los votantes jóvenes no confían mucho en las instituciones, no confían mucho en los líderes tradicionales, pero sí confían en las personas que idolatran”, dijo E. Michele Ramsey, profesora asociada de Artes y Ciencias de la Comunicación en Penn State Berks, quien imparte una clase sobre Swift. “Nuestros ídolos son personas a las que queremos emular”.
Buse Onat, de 20 años, estudiante de tercer año en la Universidad de Scranton y votante indecisa, creció escuchando la música de Swift. La considera “una figura muy importante” en su vida. Para Onat, que no sigue la política de cerca, “el hecho de que otra persona respalde esto, en cierto modo te muestra: yo no lo entiendo del todo, pero esta persona sí”.
Grace Miller, de 22 años, estudiante de último año en la Universidad de Kutztown, creció en un hogar republicano. Pero el respaldo de Swift le ha dado más confianza en su propia opinión favorable de Harris. Si Swift “no tiene miedo de apoyar a alguien, hace que parezca que ella es la mejor opción”, dijo.
En la encuesta de YouGov, el 8 por ciento de los encuestados dijo que su respaldo les haría más proclives a apoyar a la candidata favorita de Swift. La mayoría dijo que no.
Lillian Morales, estudiante de primer año en Penn State Berks, tiene previsto votar por Harris y dijo que el respaldo de Swift no iba a influir en su decisión final en ningún caso. “No es asunto mío saber por quién vota alguien”, dijo. “Y si ella quiere expresar por quién va a votar, allá ella”.
En todo caso, la base de fans de Swift ya estaba organizada políticamente antes del respaldo. Swifties for Kamala se formó el día en que el presidente Biden abandonó la contienda. Puede que una sola publicación en Instagram no haga mucho por movilizar a los votantes de Swift más de lo que ya lo están.
Swifties for Kamala “esperaba esta declaración”, dijo Erin L. Rossiter, profesora adjunta de Ciencias Políticas en la Universidad de Notre Dame. “Ahora que lo tienen, este respaldo legitima lo que están haciendo para que puedan ser más poderosos en su manera de organizarse”, incluso si el trabajo de base ya estaba hecho.
¿Y qué pasa con el entusiasmo?
¿Significa esto que cualquier impacto del respaldo a Swift tendrá menos que ver con el cambio de mentalidad y más con el aumento de la participación?
Los votantes jóvenes suelen ser mucho menos propensos a votar que los mayores. En unas elecciones reñidas, si el respaldo de Swift persuade a una pequeña parte de los votantes potenciales demócratas a registrarse y votar, podría marcar la diferencia.
Pero si así fuera, no necesariamente lo sabríamos: si Harris ve un repunte en los datos de las encuestas o en los registros de votantes, será difícil saber si se debe al respaldo de Swift, a una buena actuación en el debate o a algo totalmente distinto.
El respaldo también puede tener otros efectos menos visibles. Puede ayudar a recaudar fondos o dar lugar a una cobertura mediática más favorable.
Las campañas necesitan entusiasmo, pero no siempre es fácil medirlo. Si te ha parecido que gran parte del ciclo electoral de este año ha subido y bajado por las vibraciones, no estás solo. El martes por la noche, la campaña de Harris/Walz se apresuró a ofrecer en su página web pulseras de la amistad inspiradas en Swift. Se agotaron en menos de 24 horas.
