Sin rubor, ni sonrojo, la causa mayor, el bien común justifican bajarle a los principios.
El pasado no importa, lo pasado, pisado; bienvenido Javier Corral, Yunes Linares y su hijo y quien venga podrá ser purificado por el líder que para ser parte de la misión de transformar a México.
Los flexibles principios dejan de lado rivalidad, insultos, agravios y, los delitos que propiciaron órdenes de aprehensión que ahora serán olvidadas en un cajón.
Son los tratos en el poder para someter a una nación a los caprichos de su líder y mesías que se empeña en seguir liderazgos de fracaso histórico en el mundo.
La reforma de la venganza destruirá la división de poderes, pero él en días se irá al olvido y dejará un país en un retroceso de más de 50 años.
Su heredera estrenará el poder sin contrapesos, pero para disfrutarlo primero apagará los fuegos si quiere salvar el inicio de su gobierno y la relación con los socios del norte; aún así podrá elegir entre empezar de cero, o ser la que pague por los errores del que se va, al tiempo.
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