WASHINGTON.- A ocho días exactos de las elecciones presidenciales, ninguna de las encuestas realizadas hasta el momento ofrecen una ventaja para alguno de los dos candidatos presidenciales, Donald Trump (R) y Kamala Harris (D).
El pueblo norteamericano se encuentra fuertemente dividido en quién realmente puede conducir los destinos de esta nación que se enfrenta a graves desafíos a partir de 2025.
Inicialmente, uno los más graves problemas, según análisis del diario The New York Times es la polarización tan grave entre demócratas y republicanos que ha alcanzado niveles alarmantes y que afecta no solo la gobernabilidad, sino también la cohesión social.
La desconfianza en las instituciones y el aumento del extremismo amenazan con erosionar la democracia y dificultar la colaboración en temas vitales como el cambio climático y la economía.
Otro desafío importante es la economía, particularmente en lo que respecta a la desigualdad y el empleo.
Un informe de The Washington Post destaca que la recuperación económica tras la pandemia ha sido desigual, con sectores enteros, como el comercio minorista y la hospitalidad, luchando por recuperarse.El desempleo juega un papel crucial en estos momentos.
El cambio climático sigue siendo un reto crítico. National Geographic resalta por ejemplo el cómo los desastres naturales, impulsados por el calentamiento global, están afectando la infraestructura y la salud pública.
La necesidad de una transición hacia energías renovables y políticas sostenibles se vuelve más urgente, pero las diferencias políticas a menudo impiden avances significativos. Las inundaciones, incendios forestales y huracanes se están volviendo más frecuentes y devastadores, lo que pone en riesgo tanto la seguridad como la economía del país.
Otro gran reto es el tema de la salud pública y el acceso a la atención médica. Un cable de la agencia Reuters señala que a pesar de los avances logrados, millones de estadounidenses siguen sin acceso a servicios de salud adecuados lo que lleva a los reclamos para aplicar grandes reformas en materia de salud, pues los seguros médicos no llegan a amplios sectores con bajos ingresos.
A todo ello añadamos el tema de la inflación; la migración y la drogadicción, particularmente el fentanilo que deja unos 100 mil muertos cada año.
Sondeos de opinión reconocen que algunos sectores recurrirán incluso a la violencia para imponer sus intereses políticos.
Una nueva encuesta de The New York Times y Siena College, reconocen este viernes que en cuanto a las elecciones, cada candidato cuenta con el 48% del voto popular a medida que se acercan las elecciones.
Con millones de estadounidenses ya votando, Harris se enfrenta a una ardua batalla, informa el New York Times. Históricamente, los demócratas han disfrutado de una ventaja en el voto popular, incluso cuando han perdido en el Colegio Electoral, pero la campaña de Harris esperaba establecer un margen nacional más fuerte para aumentar sus probabilidades en estados indecisos como Michigan, Pensilvania y Wisconsin. Sin embargo, las últimas cifras indican un electorado que sigue profundamente dividido.
En los últimos tres meses, Harris y Trump han permanecido en un punto muerto a pesar de los importantes acontecimientos nacionales. Harris tenía una ligera ventaja a principios de octubre, con un 49% frente al 46% de Trump, pero esta ventaja se ha erosionado desde entonces. Aunque dentro del margen de error de la encuesta, la tendencia general de los sondeos nacionales muestra una carrera más ajustada a medida que se acerca el día de las elecciones.
La verdadera decisión se reducirá a un puñado de estados disputados, en los que ambos candidatos han invertido mucho tiempo y recursos. Las encuestas en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin indican una contienda igual de reñida.
Ambas campañas ven esta última encuesta nacional como un reto y una esperanza, dependiendo del tema que se trate.
Para Trump, la inmigración ha surgido como un tema clave con una importancia creciente entre los votantes, con un 15 por ciento que ahora lo identifica como su principal preocupación, frente al 12 por ciento. Trump ha hecho mucho hincapié en la inmigración, señalando el historial de la administración Biden y prometiendo «la mayor deportación de la historia de Estados Unidos» como parte de su mensaje de cierre de campaña. El enfoque de Trump parece eficaz entre el público, ya que los votantes confían en él frente a Harris para gestionar la inmigración por un margen de 11 puntos.
El pesimismo de los votantes sobre la dirección del país es otra preocupación para la campaña de Harris, ya que sólo el 28% cree que EE.UU. va por buen camino, lo que históricamente es una señal de advertencia para el partido en el poder.
Harris, sin embargo, está ganando terreno en otras cuestiones clave. Ha conseguido recortar distancias en economía, la principal prioridad de los votantes, donde la ventaja anterior de 13 puntos de Trump se ha reducido a seis puntos.
Su postura sobre el acceso al aborto, uno de los principales temas de su campaña, también resuena, y los votantes le dan una ventaja de 16 puntos sobre Trump en la protección de estos derechos. Este enfoque podría resultar influyente en su búsqueda de un mayor apoyo entre las mujeres.
Además, Harris tiene más margen para ampliar su base. Mientras que el 15 por ciento de los votantes siguen indecisos, ella lidera actualmente dentro de este grupo, 42 por ciento a 32 por ciento.
Agencias / IA / Exprés